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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

El Gobierno implementa el plan “Por un 18 Seguro”, realizando fiscalizaciones a la venta de productos alcohólicos para verificar el cumplimiento de la Ley de Alcoholes previo a Fiestas Patrias. Autoridades del Minagri y SAG inspeccionaron “Las Pipas de Einstein” en la Región Metropolitana, enfocándose en la chicha, cuya producción anual alcanza los 495 mil litros. Se advierte sobre posibles adulteraciones como agua, azúcar, edulcorantes no autorizados y preservantes indebidos. La ministra de Agricultura destaca la importancia de resguardar la chicha, llamando a preferir productos fiscalizados.

El Gobierno se encuentra en plena aplicación del plan “Por un 18 Seguro”. Las autoridades han realizado fiscalizaciones a la venta de productos alcohólicos, con el fin de verificar el cumplimiento de la Ley de Alcoholes en días previos a las celebraciones de Fiestas Patrias.

En ese contexto, autoridades del Ministerio de Agricultura (Minagri) y el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) visitaron el tradicional local “Las Pipas de Einstein”, ubicado en la región Metropolitana.

El SAG es la institución encargada de fiscalizar el cumplimiento de la Ley 18.455, que regula la “genuinidad” y “potabilidad” de los productos alcohólicos, es decir, que no estén falsificados, adulterados o fuera de norma.

Venta de chicha

En el caso de la chicha, que aún se elabora en gran parte mediante técnicas artesanales, las fiscalizaciones buscarán prevenir riesgos para la salud y garantizar que se trate de un producto auténtico.

A nivel nacional, la producción de chicha alcanza los 495 mil litros anuales, siendo las principales regiones productoras Maule, Ñuble y Valparaíso, con más de 201 mil, 155 mil y 79 mil litros, respectivamente.

Las autoridades recordaron que la chicha es el único producto que la ley autoriza a comercializar al público en envases abiertos, lo que conlleva un mayor riesgo de adulteración.

Por ello, llamaron a la ciudadanía a “fijarse en aspectos como el aroma, el sabor y la turbiedad natural del producto, advirtiendo que olores a edulcorantes artificiales o residuos extraños son señales de posibles adulteraciones”.

Entre las infracciones más comunes detectadas por el SAG se encuentran:

-Adición de agua y azúcar.
-Uso de edulcorantes artificiales no autorizados (ejemplo: sacarina).
-Uso indebido o excesivo de preservantes.
-Elaboración a partir de materias primas no autorizadas.

La ministra de Agricultura, Ignacia Fernández, remarcó entonces que como la chicha se puede vender en envases abiertos, “exige un resguardo especial para asegurar que no sea adulterada en el proceso de comercialización”.

“El llamado es a preferir productos fiscalizados y a estar atentos a señales de alteraciones que puedan poner en riesgo la salud. Como ministerio, junto al SAG, estamos reforzando los controles para que estas Fiestas Patrias sean más seguras”, dijo la ministra Fernández.

Por último, el director nacional del SAG, José Guajardo, explicó que, en caso de detectar adulteraciones, se procede al decomiso del producto, la toma de muestras para análisis y, dependiendo de la gravedad, a la clausura del local y la aplicación de sanciones que van desde 1 hasta 1.000 UTM.

“Las sanciones son drásticas porque está en juego la salud de las personas”, finalizó.