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Nicolás Venegas Riady, un chileno que se encontró con oportunidades inesperadas en Montreal, Canadá, tras un viaje en 2021. Fascinado por la historia y la multiculturalidad de la ciudad, decidió inmigrar con su esposo. Logró obtener trabajo como creador de contenido y traductor, destacando por sus ganas de salir adelante.
Nicolás Venegas Riady, estuvo en el momento justo, donde un viaje como turista, le abrió puertas que jamás soñó en abrir. Luego, de un tiempo sin ver a su amiga Karina, Nicolás pudo realizar un viaje a Montreal, la segunda ciudad más grande de Canadá, después de Toronto.
Este viaje realizado en 2021, le permitió al chileno, conocer la realidad de esta metrópoli, reconocida históricamente por la influencia de los franceses, porque ellos, asentaron su mayor colonia en el territorio, entre los siglos XVI y XVIII, lo que se denominó como Nueva Francia.
Fundada en 1642, la ciudad, que debe su nombre al Monte Royal, se ubica en la isla homónima, en la intersección de los ríos San Lorenzo y Ottawa.
Así pues, hoy en día, Montreal, ubicado en la provincia de Quebec, es una ciudad que refleja el encuentro entre varias culturas, siendo un crisol de nacionalidades y lenguas.
Por lo pronto, esta nación multicultural, motivó a Nicolás y a su esposo Sebastián, quien se desempeña como bailarín de ballet en la compañía Les Grands Ballets Canadiens a inmigrar, y poder concretar en Canadá sus sueños como familia.
La ilusión de vivir en Canadá
En 2021, cuando Nicolás llegó por primera vez a Montreal, quedó fascinado por las calles, la arquitectura y la cercanía de su gente, los canadienses “son muy amables”, recuerda Venegas, en conversación con BioBioChile.
Después de la experiencia, no pudo sacarse de la cabeza, la posibilidad de regresar. “Me planteé como meta, y me dije: ‘Ya, de aquí a un año, me voy a venir a vivir acá de alguna forma"”, dice Nicolás, sobre su primer acercamiento con esta icónica ciudad, conocido por sus cafés, mercados y festivales callejeros.
Ante la primera impresión, posteriormente Nicolás, pudo tramitar rápidamente una visa de trabajo, ya que su amiga, que trabajaba en una oficina que entregaba apoyo informativo a los inmigrantes, le gestionó una vacante, donde podía desempeñarse como creador de contenido y traductor de documentos.
En cualquier caso, Nicolás Venegas, aprovechó sus múltiples talentos, como fotógrafo y audiovisual, para ofrecerlos y poder mantenerse con un trabajo estable. “Como audiovisual, tengo carisma y puse todas esas cartas sobre la mesa, además como soy traductor, ofrecí mis servicios a esta empresa. También ejercí como rostro para su nueva escuela de idiomas”, detalla Venegas.
Después de todo, en septiembre de 2023, la pareja pudo instalarse a vivir a Montreal, en una ciudad que se caracteriza por recibir a los inmigrantes con los brazos abiertos. En ese sentido, una de cada cuatro personas es inmigrante en Canadá, según el último censo realizado en 2021, por el Departamento de Estadísticas de Canadá. Por lo tanto, entre 2016 y 2021, los indios (18,6%), chinos (8,9%) y filipinos (11,4%) concentran los mayores números de ingresos al país conocido como El Gran Norte Blanco.
En 2021, había cerca de 137.850 personas de origen latinoamericano en la ciudad, lo que equivalía al 3,3% de la población total. Esta cifra refleja un crecimiento con respecto a años anteriores, cuando la población latinoamericana era de 110.220 personas, representando el 2,7% del total, consigna Radio Internacional de Canadá.
La realidad actual de Montreal
Al llegar a la ciudad, Nicolás se percató que el proceso de adaptación fue tolerable, por motivo de lo amena y accesible que resultó ser Montreal. Pero también sucedió de que vivir en otro país, fue un cambio tanto de rutina y de desaprensión con las comodidades, puesto que teniendo cubierto las necesidades básicas, uno perfectamente puede incorporarse a otra realidad, afirma el creador de contenido.
“Yo creo que en cierta forma me disocié, como que agarré mis cosas y me desapegué bastante de las cosas materiales en ese momento”, afirma Venegas a la presente redacción.
“Siento que es una experiencia superenriquecedora porque te hace más humano en cuanto al trato con tus pares, al trato en la calle, con diferentes culturas, aquí es muy multicultural. Entonces, te hace mucho más empático conocer distintas culturas”, detalla. Además, de que te permite “romper la burbuja”, sostiene Venegas.
En ese sentido, este diálogo con otras culturas, te permite experimentar otras vivencias que uno podría ignorar, debido a que uno creció en un contexto diferente, describe el traductor a BBCL. “Hay gente de países que jamás había escuchado”, explica Nicolás.
Con 4 años viviendo en Canadá, Nicolás cree que el país es un ejemplo de integración. “En el edificio donde estoy yo, en el piso dos, viven unos franceses, mientras mis vecinos de enfrente son de Quebec y los de más abajo son colombianos”, agrega con alegría.
Por otra parte, a mediados de junio, el gobierno canadiense, anunció un proyecto de ley para restringir algunas solicitudes de asilo y dar a las autoridades más poder para detener el procesamiento de solicitudes de inmigración. Según Venegas, el país ha optado por aplicar políticas más restrictivas, para controlar el flujo migratorio, aunque sigue siendo un país “muy multicultural”.
Al respecto, en torno a la situación, la ministra de inmigración de Canadá, Lena Diab, dijo en junio pasado, que la “Ley de Fronteras Fuertes” (ley C-2) tiene como objetivo frenar el crimen organizado y el flujo de drogas y armas ilegales, al mismo tiempo que impulsa la “integridad” del sistema de inmigración, sostiene la BBC.
Esto incluye nuevas disposiciones que darían a la policía, más poder para monitorear la frontera compartida de Canadá con Estados Unidos, confirma el medio británico. No obstante, desde la organización Amnistía Internacional, que vela por los derechos de las personas refugiadas, solicitantes de asilo y migrantes, ha expresado sus dudas sobre la iniciativa, que se encuentra en una etapa de debate al interior de la Cámara de los Comunes.
Así las cosas, la iniciativa podría entregar facultades a la policía, para revisar el correo y realizar una investigación criminal basado en el “interés público” que representan algunos grupos de inmigrantes.
La vida en otras latitudes
De esta manera, el chileno piensa que lo más desafiante que puede vivir un foráneo, es la llegada de los meses invernales, que se extiende en el hemisferio norte, desde diciembre hasta los últimos días de marzo.
En este caso, en el territorio canadiense, a las cuatro de la tarde, el país se encuentra a obscuras, mientras el clima se vuelve gélido, donde mayormente arrecian las nevadas y las temperaturas entre los 30 y los 40 grados bajo cero.
Sin embargo, en los meses del verano (de junio a septiembre), “la gente le saca el jugo a los meses de sol y calor”, afirma el chileno a La Radio.
Eso sí, no todo es miel sobre hojuelas, ya que en Canadá, hay en estos momentos un problema con las viviendas, ya que la población ha crecido un 3,2% desde 2023, pero la economía no ha podido mantener el mismo ritmo, lo que provoca que los niveles de vida se mantengan bajo las expectativas, a la espera que la fuerza laboral produzca mayores ingresos per cápita.
Bajo este escenario, “los arriendos se han ido a los cielos”, asevera Nicolás. Sin embargo, aunque el contexto de viviendas es complicado, el chileno afirma que una pareja que trabaja en empleos que no son “abogados o médicos, realmente pueden vivir superbién”.
Así pues, también en Montreal hay mucha vegetación, explica Venegas. “Eso me gusta mucho, como poder desconectarme y salir a caminar un rato a los parques, y salir a andar en bicicleta. Además, hay senderos con puro pasto y muchos árboles. Eso es muy genial, Canadá es muy verde”, resume. “Entonces el contraste es muy grande con Santiago, que es puro cemento”, expresa.
A propósito de sus sueños personales, Nicolás también construye una carrera musical a pulso, montando musicales y realizando performances de Drag Queen. Hasta ahora, bajo el nombre de Nikko Riady ha podido actuar frente a un público internacional.
No obstante, al estar en Canadá, Venegas observa con otros ojos el ser “patriota”, ya que el orgullo de ser chileno, le ha permitido amar nuestro país. “Cuando uno emigra, el tiempo transcurre de otra manera, siento que uno cambia mucho al estar sin el soporte familiar. Al adaptarse a otra cultura, puede sacar lo mejor o peor de ti y eso ayuda a crecer mucho”, finaliza.
