Este miércoles la empresa Agrosuper, dueña de la marca Sopraval, entregó su versión respecto a la variación de ciertas recetas de sus embutidos, luego de informaciones que apuntaron tanto a esa firma como a Ariztía, por añadir pollo a la pechuga de pavo.
En consecuencia, algunos de los fiambres ya no son “100% pavo”.
Mediante un comunicado, desde Agrosuper señalaron que Brasil es su principal proveedor de pavo. Como la gripe aviar afectó considerablemente a las especies de ese país, la disponibilidad de la materia prima se vio mermada.
“Como empresa de alimentos debemos adecuarnos a las condiciones del mercado para mantener siempre la disponibilidad de productos para los consumidores. En todos nuestros productos, los ingredientes se encuentran debidamente informados en el packaging, ofreciendo alimentos de la más alta calidad e inocuidad”, dijeron.
La empresa aseguró que constantemente está adaptando sus productos a las tendencias de consumo; y que en esa línea “protege siempre la calidad y conveniencia de los mismos, sin modificar su esencia y cumpliendo siempre con la normativa vigente aplicable”.
Desde Ariztía, en tanto, mencionaron que en ningún caso existe una escasez de pavo.
“Tenemos hoy una capacidad única de procesar y cocinar pechuga fresca para fabricar ‘pechugas de pavo’ asadas, cocidas, etc., al contrario de las otras marcas”, se defendieron.
Frente a esta situación, el presidente de la Corporación Nacional de Consumidores y Usuarios (Conadecus), Hernán Calderón, fue categórico y sostuvo que cualquier variación en la receta de los productos se debe informar porque, de lo contrario, “es publicidad engañosa”.
“Si me están diciendo que es 100% pavo y no lo es, o es solamente pollo, o tiene una mezcla, se tiene que informar”, comentó en diálogo con Radio Bio Bio.
De la misma manera, Calderón ejemplificó con que “si me están vendiendo chocolate y no tiene cacao, no es chocolate. Si me dicen que venden pavo y el 50% no es pavo, debe informarse debidamente para que las personas puedan tomar las decisiones”.
Por último, el presidente de Conadecus recordó que el precio del pollo es más barato que el del pavo, por lo que, de no informar bien el contenido del embutido, las empresas podrían estar causando un perjuicio económico a los consumidores.