El éxito del momento en Netflix acaba de sumar un nuevo capítulo de la mano de la fiebre que se vive en el mundo por la serie: ataúdes del Juego del Calamar.

¿Quiénes son los responsables? El grupo español Unicoffin-Arcae, con sede en Valencia, uno de los principales fabricantes de ataúdes de ese país.

La revelación se hizo durante Funermostra, un certamen internacional de productos y servicios funerarios.

Allí, en conversación con la Agencia EFE, José Morales, gerente de Unicoffin-Arcae, afirmó que los elaboraron tras el pedido de mucha gente, principalmente jóvenes.

“Hasta los hijos de amigos” mostraron su interés, comentó el ejecutivo.

“Los operarios de la fábrica están entusiasmados con una serie de TV donde aparece un ataúd semejante”, añadió.

Otras opciones

Esta peculiar opción no fue la única en llamar la atención en esta versión de Funermostra.

Por ejemplo, quienes tengan interés en la cultura del imperio egipcio pueden optar por descansar eternamente en una réplica del sarcófago del faraón Tutankamón.

La cita también tuvo espacio para las alternativas ambientales.

Una de ellas fue un receptáculo hecho de potes de café con cierres de piel de naranja y cáñamo.

Otro producto verde fue una urna biodegradable de semillas de pino piñonero, que una vez enterrada dará paso a un árbol de esta llamativa especie.

Locura

A tal punto llegó la buena recepción de las audiencias que Netflix dobló sus ganancias tras el estreno de la apuesta y sumó varios millones extra de abonados.

Además, la apertura de una cafetería temática en Francia terminó a combos en medio del interés por entrar primero que el resto.

En tanto, en Emiratos Árabes Unidos, el Centro Cultural Coreano (KKC) organizó una versión del juego donde los concursantes podían llevarse un premio económico si superaban todas las pruebas; sin embargo, si perdían, no morían como en la serie.

Hasta La Tigresa del Oriente se sumó a la efervescencia y lanzó una canción en homenaje, disfrazada de la muñeca de la trama.