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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

La familia de Alejandro Carranza, pescador colombiano presuntamente asesinado por Estados Unidos en el Caribe, denunció al país ante la Corte Internacional de Derechos Humanos. Niegan que llevase droga en su lancha durante la pesca el 15 de septiembre. Más de 80 personas murieron en ataques de Washington a embarcaciones supuestamente cargadas de droga, sin pruebas, lo que preocupa a países latinoamericanos. Denuncian a Pete Hegseth, Secretario de Defensa de EE.UU., por ordenar los bombardeos. La relación con Colombia está tensa, con sanciones y acusaciones de Trump a Petro por narcotráfico.

La familia de Alejandro Carranza, pescador colombiano presuntamente asesinado por un ataque de Estados Unidos en el Caribe, denunció a este país ante la Corte Internacional de Derechos Humanos. Negaron que el hombre llevara droga en su lancha, durante su pesca a mar abierto el pasado 15 de septiembre.

En los ataques de Washington han muerto más de 80 personas a bordo de lanchas que, según Estados Unidos, iban cargadas de droga en el Caribe y el Pacífico. Sin embargo, no han presentado pruebas de las acusaciones y los ataques mortíferos sin aparente aviso previo despiertan preocupación en los países latinoamericanos.

“Sabemos que Pete Hegseth, secretario de Defensa de los Estados Unidos, fue el responsable de ordenar el bombardeo de embarcaciones como las de Alejandro Carranza Medina y el asesinato de todas las personas que se encontraban en ellas”, señala la primera denuncia formal sobre estas muertes ante un organismo internacional, difundida por la agencia AFP.

“El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha ratificado la conducta del secretario”, agrega el documento. El especialista en derechos humanos Dan Kovalik, abogado del presidente Gustavo Petro en Estados Unidos, es también el defensor de la familia Carranza y quien presentó la denuncia ante la CIDH. Organismos internacionales como la ONU también han cuestionado la legalidad de los ataques y las muertes sin juicio.

La muerte de Alejandro Carranza

En entrevista en octubre, la viuda Katerine Hernández aseguró que Carranza era un “muchacho de bien”. El pescador dejó cuatro hijos y, según la denuncia, su familia ahora recibe amenazas de paramilitares en la zona. “No tenía vínculos con el narco y sus actividad diaria era pescar”, dijo. Pide justicia después que le “arrebataron” la vida a su pareja.

Gustavo Petro prometió su apoyo a la familia y se refiere a estas muertes como “ejecuciones extrajudiciales”. La relación bilateral de Colombia y Estados Unidos, aliados históricos, está en sus horas más bajas en medio de estos choques. Washington retiró a Colombia la certificación como aliada antidrogas y se multiplicaron las sanciones contra Petro y su círculo cercano.

Trump acusa a Petro de no hacer lo suficiente contra el narcotráfico en Colombia, el país que produce más cocaína del mundo. La Casa Blanca asegura que los ataques contra embarcaciones seguirán a pesar de las críticas por acciones como los dos ataques contra una misma lancha para eliminar supervivientes.

Expertos consultados por el citado medio aseguran que los bombardeos no han revertido la producción de droga y que es una estrategia para impulsar la “agenda doméstica” de Trump. El siguiente paso en su lucha contra el narco es una acción terreste, principalmente en Venezuela, y no descarta también ataques en suelo colombiano, dijo el martes Trump.

Para el presidente venezolano Nicolás Maduro, en el poder en un cuestionado tercer mandato presidencial, los ataques esconden el objetivo real de derrocarlo. Esta semana, las amenazas contra Maduro alcanzaron un nuevo nivel, cuando Trump confirmó que las fuerzas estadounidenses comenzarán “muy pronto” a golpear objetivos dentro del territorio de Venezuela.