El arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati Andrello, envió un mensaje a nivel nacional por la fiesta de Navidad, donde dedicó palabras a los más vulnerables e hizo un llamado a tener un corazón humilde.

Las palabras de Ezzati se unen a las del Papa Francisco, quien hace sólo horas también envió un mensaje al mundo por esta fiesta, aunque en un tono más crítico.

“La Fiesta de la Navidad se transforma también en la fiesta de la fraternidad, porque no podemos, de verdad, acoger a Jesús si nuestro corazón no se abre para acoger a los demás”, dijo el cardenal.

En ese sentido, el religioso insistió en la necesidad de ayudar a los más vulnerables; a quienes no pasan por un buen momento durante esta época.

“Quisiera desearles a todos mis hermanos y hermanas, y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, que podamos acoger en esta Navidad una expresión, una invitación del Papa Francisco. Nos dijo: “El corazón se endurece cuando no ama”. Y terminaba con una oración: “Señor, danos un corazón que sepa amar (…)”, agregó.

“En esta Navidad pidamos al Señor un corazón humilde, que sepa amar para que no se endurezca este corazón en nuestra relación con Dios, y tampoco se endurezca en nuestras relaciones con nuestros hermanos y hermanas, especialmente con aquellos que más necesitan: los enfermos, los más pobres, aquellos que se sienten abandonados, aquellos que están en la cárcel, al migrante que ha tenido que dejar su patria y muchas veces, también, a los seres más queridos, para encontrar futuro”, finalizó.

Pese a sus palabras, el panorama de la Iglesia chilena no ha sido de los mejores en los últimos meses. Ya sea por la tibia respuesta del país a la visita del Papa o los casos de abusos sexuales por parte de religiosos y el encubrimiento de algunos.

A ello se suma que a principios de este mes, el cardenal Francisco Javier Errázuriz fue apartado del círculo de consejeros del Papa.

Un mensaje escondido en medio de la crisis

El papa Francisco se transformó en el segundo Papa en la historia en visitar Chile, lo que se concretó entre los días 15 y 18 de enero. El viaje, no obstante, estuvo marcado por las críticas en torno a la figura del exobispo de Osorno, Juan Barros, a quien muchos acusan de encubrir los abusos perpetrados por Fernando Karadima en la parroquia de El Bosque. En su primer día en el país, desde el Palacio de La Moneda, el obispo de Roma pidió perdón por los abusos cometidos al interior de la Iglesia y admitió sentir “vergüenza”.

Tras su partida, todos los obispos le presentaron su renuncia, sacó a Barros de la Diócesis de Osorno, el arzobispo de Malta (Charles Scicluna) concretó dos viajes a Chile para investigar las denuncias de abusos y la Fiscalía allanó dependencias religiosas para completar sus indagatorias en la materia.

Finalmente, por primera vez en la historia, el Te Deum ecuménico de Fiestas Patrias no fue transmitido por ningún canal de la señal abierta, Francisco Javier Errázuriz –quien enfrenta una querella por “falso testimonio”fue apartado del círculo cercano de asesores del Papa, el sacerdote John O’Reilly fue expulsado del país tras cumplir su condena por abuso sexual contra una estudiante del colegio Cumbres y Francisco expulsó a Karadima del sacerdocio, a ocho años de conocerse sus abusos.