El sacerdote John O’Reilly abordó este viernes el vuelo Alitalia 689 con destino a Roma para dejar el país, luego de cumplir una condena por abuso sexual contra una estudiante del colegio Cumbres.
De esta forma, el cura cumplió con la determinación del Ministerio de Interior que ordenó su expulsión de Chile luego de cumplir la pena.
Mediante un comunicado, los Legionarios de Cristo informaron que el cura fue enviado a una casa que tiene la congregación en Vía Aurelia, esto en la capital de Italia.
“En Roma seguirá sin ejercer ministerio sacerdotal público alguno mientras espera la sentencia del proceso canónico que está en curso en la Santa Sede en la Congregación para la Doctrina de la Fe, tal como informamos en el comunicado del 13 de octubre de 2018″, se agregó en el escrito.
Además, la congregación declaró que “nos provoca un profundo dolor el sufrimiento que estos hechos han causado. Conscientes del compromiso que tenemos como Iglesia y por nuestra historia institucional, estamos firmemente comprometidos a través de nuestra Política de Ambientes Seguros con el cuidado y protección de cada uno de los niños y jóvenes que participan en nuestras actividades apostólicas, educativas y pastorales”.
Cristián Muga, abogado del sacerdote, señaló a La Radio que de esta forma los Legionarios de Cristo quisieron evitar una detención por parte de la policía si se presentaban acciones legales para posponer la expulsión.
Además, indicó que intentarán por la vía judicial que O’Reilly pueda volver sin impedimentos al país ya que dejó Chile de forma voluntaria.
El abogado de la familia de la niña abusada por O’Reilly, José Ignacio Escobar, indicó que ellos están tranquilos y que esperan que el cura no vuelva a tener contactos con niños.
Por su parte, el ministro de Justicia, Hernán Larraín, destacó que en este caso no hubo distinción por lo que representaba O’Reilly.
Condenado por abusos
O’Reilly fue enjuiciado el año 2014 por dos acusaciones de abuso sexual contra estudiantes de dicho establecimiento, siendo condenado por una de ellas a cuatro años de libertad vigilada.
El cura de origen irlandés, conocido por sus apariciones en TV y por su cercanía con sectores influyentes de la sociedad, recibió la nacionalidad chilena por gracia, pero ante la condena dicha condición le fue retirada por el Congreso.
A esto se sumó que en 2015, el Ministerio del Interior determinó su expulsión del país cuando cumpliera su condena, la que terminó el pasado lunes. Pero, debía esperar la confirmación por parte de la justicia para abandonar Chile.
Finalmente, durante el pasado jueves el Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago decretó por cumplida la pena, comenzando a correr las 72 horas de plazo que tenía el religioso para dejar la nación.
John O’Reilly, condenado por la justicia chilena, ahora espera lo que determine la investigación canónica en su contra.