A pocos días de que entre en vigencia la reforma previsional, la ministra de la Mujer y la Equidad de Género, Antonia Orellana, destacó los beneficios que esta medida tendrá especialmente para las mujeres.
“Hace unos meses, en septiembre, empezó el pago del aumento de la PGU y desde el viernes, porque es primero de enero, se empiezan a pagar los bonos por los años cotizados que beneficia a más de 1.200.000 pensionados y pensionadas”.
En ese contexto, Orellana enfatizó que esta política tiene un impacto directo en las mujeres, debido a los requisitos diferenciados en años de cotización. “Porque le exige un requisito de años de cotización continua que es menor, es decir, de 10 años cotizados para ellas y 20 años para ellos”.
La ministra calificó el aumento como una medida que reconoce las particularidades del trabajo femenino a lo largo de la vida.
“Las mujeres históricamente dedican mucho más tiempo de sus vidas a labores de cuidado no remunerado y, por lo tanto, muchas de las lagunas se explican no por no haber trabajado, sino por haber trabajado de forma no remunerada”, dijo.
Asimismo, se refirió al inicio el proceso del pago de la compensación por expectativa de vida para 950 000 mujeres. Según explicó, esta iniciativa permitirá “que una mujer y un hombre que se jubilan a los 65 años que tuvieron el mismo ahorro y el mismo grupo familiar tengan la misma pensión y no se discrimine a la mujer por tener una expectativa mayor de vida”.
Finalmente, Orellana señaló que se trata de un avance significativo para reducir la brecha previsional de género, considerando que el sistema anterior no incorporaba otros factores relevantes. Indicó que el nuevo cálculo previsional reconoce que las mujeres tienen una mayor expectativa de vida y, en consecuencia, “no las castiga por eso”.
En esa línea, recalcó que, tal como lo afirmó el Presidente de la República, “esta reforma tiene cara de mujer y beneficiaría a cerca de 1.300.000 chilenas”.
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