Ante las altas temperaturas, el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) declaró alerta roja para cinco regiones del país (Valparaíso, Metropolitana, Maule, O’Higgins y Ñuble). En ese contexto, la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) hizo un llamado a las empresas del sector a reforzar las medidas preventivas para proteger la salud y seguridad de los trabajadores.
De esa manera, informó e instó a las empresas socias a aplicar el protocolo de “Gestión del riesgo por exposición a altas temperaturas y altas temperaturas extremas”, que establece recomendaciones para obras, faenas y centros de trabajo, especialmente considerando que muchas labores del sector implican esfuerzo físico y exposición directa al sol.
Entre las principales medidas recomendadas se encuentra la habilitación de zonas de sombra en puntos de trabajo expuestos, la implementación de planes de hidratación que aseguren al menos tres litros de agua por persona al día, promoviendo el consumo cada 15 a 20 minutos, y la planificación de las tareas de mayor exigencia física en horarios de menor temperatura.
Asimismo, se recomienda establecer pausas laborales tras 45 minutos de trabajo continuo, fomentar el uso de ropa permeable al vapor de sudor y reforzar la comunicación de riesgos a través de charlas de seguridad.
El presidente de la Comisión de Seguridad y Salud Laboral de la CChC, Francisco Castañeda, comentó que “las altas temperaturas constituyen un factor relevante para la salud y seguridad de nuestros trabajadores y trabajadoras”.
El gremio hizo un llamado a monitorear permanentemente las condiciones meteorológicas y las alertas emitidas por Senapred, así como a verificar periódicamente la correcta implementación de las medidas, con el objetivo de reducir los efectos del calor extremo y resguardar el bienestar de los trabajadores y trabajadoras del sector.
Cómo actuar ante las altas temperaturas
La CChC realizó una serie de recomendaciones para las altas temperaturas. Entre estas, sugieren identificar los grupos de riesgo y personas trabajadoras especialmente sensibles que puedan verse afectadas por exposición a altas temperaturas de origen ambiental.
Además, aconsejan definir medidas de control y prevención para el riesgo relacionado con estrés por calor, considerando responsables para su ejecución; elaborar mapas de riesgos del centro de trabajo que incorporen la amenaza de altas temperaturas de origen ambiental; y verificar periódicamente que las medidas de control y prevención relacionadas con estrés por calor estén correctamente implementadas.
Por otra parte, la asociación gremial recalcó en su protocolo que se deben establecer zonas de protección (sombraje) o descanso contra el sol directo y las altas temperaturas; además de contar con un plan de hidratación para las personas trabajadoras, el que debe contemplar proveer, mantener y asegurar el abastecimiento de al menos tres litros de agua por persona.
En esa misma línea, es fundamental promover la hidratación cada 15-20 minutos; planificar la ejecución de trabajos con mayor esfuerzo físico para las horas del día donde las temperaturas son más bajas; promover el uso de ropa permeable al vapor de sudor; e informar a los trabajadores sobre las medidas de prevención contra agotamiento y golpe de calor.
En el listado, destacan la relevancia de implementar pausas laborales de trabajo posterior a 45 minutos de trabajo continuo, y la rotación de tareas de alta demanda física por otras de menor exigencia; también de incorporar ayudas mecánicas para aquellas tareas que requieren mayor esfuerzo físico; planificar las tareas de forma grupal, evitando realizar trabajos en aislamiento o en solitario; y contemplar la utilización de elementos de protección personal como gorro legionario, lentes con protección UV y protector solar con factor +30 o superior.
En cuanto a la relevancia de esto, Castañeda destacó que “aquellas empresas que tienen conciencia del problema saben que las medidas correctivas deben planificarse antes de que se presenten las olas de calor. Por ello, es fundamental que cada obra, faena o centro de trabajo planifique y adopte acciones concretas para reducir el riesgo”.