La fiscalía decidió no perseverar en la investigación de las amenazas y una de las agresiones denunciadas por Martín de los Santos Lehmann, quien se encuentra recluido en Brasil luego de que Chile solicitara su extradición.
El 16 de junio, tres días antes de tomar un vuelo con destino a Florianópolis, Martín de los Santos Lehmann interpuso una querella por los delitos de lesiones graves y amenazas simples. En el escrito, su entonces abogado, Carlos Mora Jano, intentó articular una historia que “explicara” la brutal golpiza que de los Santos propinó al conserje Guillermo Oyarzún, de 71 años, quien perdió la visión de un ojo y sufrió múltiples fracturas en el rostro.
Según la narración, la madrugada del 17 de mayo de los Santos acudió solo al Club Nocturno Palomino de Vitacura. Después de comprar un trago dijo que había comenzado a “experimentar una pérdida de control y alteración de sus sentidos”, lo que vino acompañado de un gasto desproporcionado en su tarjeta. De acuerdo con la denuncia, esto hacía “presumir fundadamente que fue víctima de un acto de sumisión química”.
“Al percatarse de lo que ocurría y al manifestar su desacuerdo o resistirse a seguir siendo inducido a gastar de manera compulsiva, el Sr. De los Santos fue objeto de una agresión física directa y desproporcionada por parte del personal de seguridad del local”, aseguraba la presentación judicial.
Desorientado, tras pedir ayuda a gritos en plena vía pública, de los Santos llegó, según la querella, hasta el edificio de calle Eduardo Mariquina. Allí trabajaba Guillermo Oyarzún.
Amenazas por redes sociales
Pero la fiscalía no halló mayores antecedentes de esa supuesta agresión a Martín de los Santos. Así lo informó el lunes pasado la fiscal adjunta de Las Condes, Evelyn Kremer, al Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago, mediante un escrito en el que solicitó una audiencia para comunicar su decisión de no perseverar parcialmente en el procedimiento.
Igualmente, el Ministerio Público no continuará con la indagatoria respecto de las amenazas que recibió Martín de Los Santos por redes sociales tras la noticia de la agresión contra Oyarzún.
“Te vamos a matar hijo de la gran puta”; “Tengo 5 lukas para un sicario, hagamos una vaquita”; “Merecís la muerte cuico reculiao”, fueron parte de los mensajes de WhatsApp y comentarios de Instagram que de los Santos presentó como pruebas.
La decisión de no perseverar está basada en el artículo 248 letra C del Código Procesal Penal. Es decir, por no haberse reunido durante la investigación los antecedentes suficientes para fundar una acusación.
Fracturas en dos costillas
La determinación es parcial, porque queda un hecho en investigación. Se trata de una segunda agresión acusada por de los Santos.
Según su relato, después de ser formalizado por la agresión a Oyarzún en el Centro de Justicia, fue alcanzado a las afueras por dos desconocidos, un hombre y una mujer. En ese lugar uno de ellos lo empujó, provocando que cayera al suelo.
Los sujetos lo golpearon en el torso, brazos y piernas, e incluso uno de ellos usó un objeto metálico, sin que de los Santos se defendiera, de acuerdo con la querella. Producto de los golpes sufrió fracturas en dos costillas y una fisura en el antebrazo izquierdo, especifica el documento.
El tribunal fijó para el 20 de marzo en el Centro de Justicia la audiencia de no perseverar.
El representante de de los Santos actualmente es el abogado Guillermo Giugliano Jaramillo, quien asumió su representación luego de que Mora Jano renunciara por “diferencias irreconciliables y falta de confianza con el imputado”.
De los Santos se mantiene detenido en Brasil, específicamente en el Complejo Penitenciario Ahmenon Lemos Dantas, de Cuiabá, en estado de Mato Grosso. De manera paralela, enfrenta también una causa por estafa, en la que se ordenó levantar su secreto bancario el mes pasado.
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