La leche de burra, que hoy se comercializa pasteurizada, también protege el sistema digestivo.

Durante siglos, distintas civilizaciones han utilizado la leche de burra con fines cosméticos y sanitarios. Hipócrates, considerado el padre de la medicina, fue el primero en escribir sobre las virtudes medicinales de la leche de burra, mientras que la reina Cleopatra y Pauline Bonaparte, hermana del conocido emperador francés, solían tomar baños con esta leche en medio de su obsesión por mantenerse jóvenes y hermosas.

Esta realidad no ha cambiado y, en la actualidad, los especialistas sostienen que la leche de burra aporta muchos beneficios al cuerpo humano, debido a su alto contenido en lactoferrinas y lisozimas.

Asimismo, las principales investigaciones académicas que hoy existen en torno a este superalimento apoyan su uso como una alternativa en el tratamiento de alergias alimentarias.

Si bien en Chile la forma antigua de acceder a este recurso era mediante “dedales de leche”, en unos pequeños vasos plásticos, y extraída directamente desde el animal, hoy existen empresas que comercializan leche de burra pasteurizada 100% natural.

Una de ellas es Lechería La Burra, emprendimiento familiar de la Región de Los Lagos que comenzó en 2019 apuntando al mercado de niños con alergia a la leche materna o leche de vaca.

Pilar Eynaudi, ingeniera agrónoma, madre de tres hijos, fue quien dio forma a este proyecto desde la experiencia personal: “Mi segunda hija comenzó con un cuadro de alergia alimentaria, y como toda madre sufrí mucho durante el proceso de diagnóstico y tratamiento. En la búsqueda de soluciones, mi mamá me nombró la leche de burra y su popular uso en el pasado y las propiedades de esta”.

“Comencé a investigar y a medida que fui leyendo las características de la leche, la especie y los testimonios de madres de niños alérgicos que encontraron una solución en esta leche, me apasionó el tema y decidí emprender. Tras la adjudicación de un fondo CORFO, la lechería cobró vida bajo el nombre
La Burra”, añade.

Leche de burra: los beneficios

Para muchos nutricionistas y pediatras, el aporte nutricional de la leche de burra es completo, ya que posee gran cantidad de vitaminas y proteínas que actúan como una barra protectora de nuestro sistema digestivo, con magnesio, calcio, omega 3, potasio y fósforo, además de reforzar el sistema inmune.

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Cedida

“La leche de burra es muy parecida a la leche materna, ya que tiene proteínas de alto valor biológico, como Inmunoglobulina y Lizozima. Estos dos componentes le dan una propiedad de alimento funcional que es muy bueno para el sistema inmunológico de las personas. Además, tiene un bajo nivel de grasa, lo que la hace un alimento muy favorable para el consumo de niños, ancianos y para la población en general”, destaca el doctor Nicolás Pizarro, investigador de INIA Remehue.

A su juicio, el consumo de un vaso de leche de burra de 200 cc al día es un fuerte golpe vitamínico para el organismo. “La leche de burra es muy rica en micronutrientes. En vitaminas como la A, B1, B2, B6, C, D y E, así como en antioxidantes, ácidos grasos Omega 3 y en una alta concentración de calcio muy biodisponible. Todo lo cual le da un carácter de un superalimento”, detalla.

Pilar Eynaudi aporta algunos datos: “Un estudio de la Universidad de Salamanca demostró que quienes agregaron a su dieta 250 ml diarios de leche de burra durante seis meses, disminuyeron su colesterol malo, aumentaron el HDL (colesterol bueno) y mejoraron su respuesta autoinmune”.

“Mientras que investigadores de la Universidad de Ciencias Agrícolas de Raichur, India, hablan de que esta leche facilita la absorción intestinal del calcio; que posee acción inactivadora de algunos virus; combate el estreñimiento, el cansancio físico y problemas de sueño y ansiedad”, apunta.