Una pareja de novios provenientes de Chicago, Estados Unidos, se ha vuelto viral en los últimos días, luego que se diera a conocer que enviaron facturas por 240 dólares (185.000 pesos chilenos) a las personas que no asistieron a su matrimonio en Jamaica.

De acuerdo a lo que reportó el medio The Post, la situación surgió por el enojo de ambos, quienes aseguraron que aquellas personas no les avisaron con tiempo que no iban a estar en el evento, por lo que incurrieron en gastos innecesarios.

El tema se hizo viral por la publicación de un periodista estadounidense llamado Phillips Lewis, quien sostuvo que le parecía una situación “irrisoria”.

En la factura se leía: “Esta factura se le está enviando porque confirmó asistencia en la recepción de la boda durante el recuento final. Debido a que no nos llamó o no nos dio el aviso adecuado de que no asistiría, esta cantidad es lo que nos debe por pagar. Puede pagar a través de Zelle o PayPal. Comuníquese con nosotros y díganos qué método de pago le conviene”.

El citado medio conversó con las dos personas, quienes son Doug Simmons (44) y Dedra McGee (43). El hombre tiene una ferretería en Chicago y la esposa es médica.

En sus declaraciones, ambos indicaron que enviaron los partes de matrimonio con 10 meses de anticipación. Tras eso llamaron no menos de cuatro veces a cada invitado, para saber si confirmaban asistencia o no.

Debido a esto, explicaron, se sintieron sumamente molestos con quienes no llegaron hasta Jamaica ese día, debido a que previamente habían indicado que sí asistirían. Por lo tanto, ellos habían incurrido en gastos que pudieron haber evitado.

“Cuatro veces preguntamos: ‘¿Estás disponible para venir? ¿Puedes asistir?’, Y seguían diciendo ‘Sí’. Tuvimos que pagar todo por adelantado”, indicó Doug.

“Nadie me dijo ni me envió un mensaje de texto, ‘Oye, no podemos asistir’. Eso era todo lo que estaba preguntando. Si me decían que no podían asistir lo habría entendido, pero no me dijeron nada. Me lo tomé como algo personal”, concluyó.

Hay que señalar que estas facturas fueron enviadas a mediados de julio y tenían como fecha límite de pago el 18 de este mes. De lo contrario, la pareja podía incluso llegar a la justicia.

Como era de esperarse la situación generó una serie de comentarios, entre quienes tacharon la acción del matrimonio como “de mala educación” y otros que expresaron que “estaban en su derecho”.