Este viernes 19 de diciembre comenzó la formalización de 47 gendarmes y 23 civiles detenidos tras la ejecución de la Operación Apocalipsis, cuyo objetivo fue desbaratar una red de corrupción compuesta principalmente por nueve organizaciones criminales, con distintos nombres y roles.
En la audiencia, los imputados enfrentan cargos por integrar una red que conformó un sistema criminal de cobros y control del tráfico de bienes y servicios ilegales o regulados al interior de las cárceles de San Joaquín y Santiago 1, desde enero de 2020 hasta la fecha.
En la investigación, además, se identificaron denominaciones para las actividades realizadas por los imputados, como “El Delivery“, que corresponde a la solicitud de internos a funcionarios para ingresar sustancias, objetos o productos prohibidos o ilícitos, a cambio de prestaciones o dinero en efectivo, tras concretar el ingreso de los objetos obtenidos por familiares o terceros.
También se detalla “La Feria“, modalidad en la que los gendarmes exigían pagos económicos elevados para ingresar distintos elementos, con precios desproporcionados y abusivos.
Asimismo, se describe “El Rescate“, práctica en la que, durante allanamientos de celdas o revisiones a internos, omitían denuncias e incautaban objetos para luego comercializarlos, ya sea al mismo interno afectado u a otro recluso dispuesto a pagar.
Por último, se menciona el “Cambio de Camiseta“, donde los gendarmes recibían pagos a cambio de modificaciones o reubicaciones irregulares de módulo.
La Dora
La primera organización criminal es “La Dora”, que operaba desde 2020 en la cárcel de San Joaquín y cuyo nombre proviene de la interna Dora Ester Jiménez Murillo.
A ella se sumaban Bárbara Natalia Yévenes Vásquez y Pedro Francisco Malverde Rodríguez, ambos gendarmes encargados del ingreso de productos.
Además, participaban Darlyng Carolina Celis Carvajal y Cindy Esthefany Ávalos Valera, quienes cumplían funciones operativas, se encontraban inscritas como visitas y recibían y distribuían dinero.
A este grupo se le imputan los delitos de asociación criminal, tráfico de drogas, cohecho agravado y soborno.
Las Chilenas
La segunda estructura criminal operó tanto en el penal de San Joaquín como en Santiago 1. Contaba con dos líderes, María José Carreño Aravena y Daniela Madeline Jiménez Schulz, denominadas “jefas de manillas“, quienes coordinaban y controlaban la adquisición, el ingreso irregular y la distribución de bienes.
A ellas se sumaban los denominados manilleros Álvaro Jiménez Schulz, Ignacio Javier Ramos Jiménez, Enzo Robinson Ramos Gutiérrez y Rotsen Ricardo Muñante Venegas, quienes trasladaban las encomiendas y las entregaban a gendarmes o a las “visitas”.
En esta organización participó un número relevante de gendarmes colaboradores, entre ellos Boris Rodríguez Osses, Eduardo Espinosa Ramos, Ricardo Riveros Matus, Luis Santana Gutiérrez, Joel Lagos Olivares, Ricardo Gutiérrez Acuña, Ariel Mallea Alvarado y Rubén Zúñiga Burgos.
A este grupo se le imputa asociación criminal, además de cohecho y sobornos reiterados.
Los Colombia
La tercera agrupación tenía como líderes y jefes de manillas a Jorge Humberto Herrera Giraldo y Blanca Libia González Alzate, quienes operaban exclusivamente en Santiago 1.
A ellos se sumaban los manilleros Rakshell Gintili Sánchez; los hermanos de Jorge Herrera —Luz Adriana, Aura Rosa y Carlos Alberto Herrera—; la pareja de Aura Herrera, Jhon Jairo González; y Yaritza González Osorio.
El listado de 19 involucrados se completaba con los gendarmes Richard Medel Alvear, Fernando Andrés Morales Retamal, Miguel Ángel Tejo Atenas, Rubén Alejandro Zúñiga Burgos, Joel Alejandro Lagos Olivares, Ricardo Antonio Riveros Matus, Eduardo Alfredo Espinosa Ramos, Fernando Maunes Chamorro Morales, Sergio Reinaldo Zúñiga Briones, Humberto Darío Sandoval León y José Hernán Cisterna Pino.
A todos ellos se les imputan los delitos de asociación criminal, cohecho y sobornos reiterados.
La Boliviana
Esta organización, con base en Santiago 1 y vínculos operativos con “Las chilenas”, era encabezada por la jefa de manillas Carmen Gloria Flores Arroyo, junto a los manilleros Richman Pillaca Gutiérrez, Mayra Truque Angulo, Hermirzo Salazar Ortiz y Roberto Tumiri Martínez.
Como colaboradores figuraban los gendarmes Richard Medel Alvear, Stefania San Martín Rivera, Miguel Ángel Tejo Atenas, Rubén Alejandro Zúñiga Burgos, Ricardo Andrés Gutiérrez Acuña, Ricardo Antonio Riveros Matus, Eduardo Espinosa Ramos, Humberto Darío Sandoval León y Fernando Morales Retamal.
Se les imputan los delitos de asociación criminal para el cohecho, cohecho y sobornos reiterados.
Del Héctor Pérez
Otra estructura criminal, denominada por su líder y jefe de manilla Héctor Pérez Bedregal, también operaba en Santiago 1. Contaba con William Pérez Colque como principal manillero y colaborador, además del vínculo con los gendarmes Rubén Zúñiga Burgos, Joel Lagos Olivares, Ricardo Riveros Matus y Eduardo Espinosa Ramos.
Estos imputados enfrentan cargos por asociación criminal para el cohecho, cohecho y sobornos reiterados.
La Maribel
En Santiago 1 también operaba la banda liderada por Maribel Lara como jefa de manillas, con Fernanda Aracely Gutiérrez Villalobos como manillera.
En esta agrupación colaboraron los gendarmes Richard Medel Alvear, Fernando Morales Retamal, Fernando Maunes Chamorro, Eduardo Espinosa Ramos, Ricardo Riveros Matus y Humberto Sandoval León.
A ellos se les imputa asociación criminal para el cohecho, cohecho y sobornos reiterados.
Mario Soto
Otra organización llevaba el nombre de su líder, Mario Fabián Yuri Soto Marchant, quien operaba en Santiago 1 y sus inmediaciones como jefe de manillas, con un kiosco informal ubicado en el exterior del penal.
Su manillera era Nayadeth Macarena Torres Venegas, con apoyo de los funcionarios Luis Santana Gutiérrez, Rubén Zúñiga Burgos, Carlos Marín Hueche, José Cisterna Pino, Eduardo Espinosa Ramos, Miguel Tejo Atenas, Ricardo Gutiérrez Acuña, Boris Rodríguez Osses, Humberto Sandoval León y Ariel Mallea Alvarado.
Estos imputados también enfrentan cargos por asociación criminal para el cohecho, cohecho y sobornos reiterados.
Luis Salamanca
Esta agrupación, también vinculada a Santiago 1, era liderada por Luis Salamanca Ferreira, quien coordinaba el contacto con internos y sus familiares en calidad de jefe de manillas.
Contaba con la colaboración de los gendarmes Richard Medel Alvear y Fernando Morales Retamal.
Los delitos imputados son asociación criminal para el cohecho, cohecho y sobornos reiterados.
Luis Olivos
La novena estructura criminal estaba encabezada por el jefe de manillas Luis Olivos Inostroza, quien coordinaba los requerimientos de internos de Santiago 1 y de sus familiares para la entrega irregular de bienes, fijando y exigiendo los pagos correspondientes.
En esta organización participaron los gendarmes Aaron Octavio Hernández Martínez y Humberto Darío Sandoval León, quienes enfrentan cargos por asociación criminal para el cohecho, cohecho y sobornos reiterados.