La tarde de este jueves culminó la intensa búsqueda policial con la entrega del último gendarme que permanecía prófugo de la Operación Apocalipsis. Este funcionario compareció finalmente frente a una unidad policial, después de permanecer escondido. Con su entrega, se completa un total de 47 funcionarios de Gendarmería imputados en la causa.
Todos ellos pasarán a control de detención y formalización en el 12vo Juzgado de Garantía. La Fiscalía Occidente, a cargo de la investigación, llevó adelante este operativo que desbarató una mega red de corrupción al interior del sistema penitenciario, individualizando a 47 gendarmes y 23 civiles. Así las cosas, en total serán imputados 70 personas en la mencionada audiencia.
Los ahora detenidos eran gendarmes hasta hace pocas horas. Esto porque el director de Gendarmería, Rubén Pérez, inició los procesos para su desvinculación de la institución. Pérez fue enfático al señalar que estos funcionarios violaron su juramento y traicionaron la confianza pública.
“Han violado el juramento a la bandera y nos han traicionado. Por lo tanto, no representan una pérdida, sino que estamos apartando malos elementos, que son un estorbo, que no suman, contaminan el control que debemos mantener”, dijo previamente la máxima autoridad de Gendarmería.
Operación Apocalipsis desarticula mega red de corrupción en el sistema carcelario
Recordemos que la Fiscalía Occidente lideró la denominada Operación Apocalipsis, un masivo operativo realizado en diversas regiones del país. El objetivo era desbaratar una red de corrupción que operaba en las cárceles de Santiago 1 y San Joaquín. El saldo total fue de 47 funcionarios de Gendarmería detenidos.
La investigación, de larga data, logró establecer que grupos criminales pagaban a los gendarmes para ingresar “manillas”. Estas personas se dedicaban a introducir especies al penal: teléfonos, drogas, alcohol, chips, ropa, comida y otros artículos prohibidos. Además, se permitía el ingreso de personas no autorizadas que simulaban ser visitas, las llamadas “gatitas”.
Fue así que se generó una estructura criminal que movió más de $6.300 millones en tres años, formando un ecosistema delictual funcional y estable. El fiscal regional de Occidente, Marcos Pastén, detalló que de los gendarmes detenidos, 43 contaban con orden de detención vigente y otros cuatro fueron sorprendidos en delitos flagrantes.