El Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) presentó una querella por apremios ilegítimos en el caso de dos jóvenes que fueron detenidos por error luego de que desconocidos balearan a un carabinero en Ñuñoa.
El pasado 5 de marzo, los dos primos fueron arrestados por equivocación por personal de Carabineros que realizaba un operativo después de que el sargento José Miguel Villegas fuera baleado por otros sujetos.
Tras su captura, los jóvenes, de 21 y 23 años, fueron llevados hasta la 18° Comisaría de Ñuñoa y fueron fotografiados por un carabinero que terminó siendo dado de baja de la institución. Finalmente, los dejaron en libertad porque no tenían relación con el hecho.
La mañana siguiente, la familia de las posibles víctimas de apremios ilegítimos acusaban a Carabineros de golpearlos y de viralizar sus fotos, apuntándolos como delincuentes en redes sociales.
Cronología de los hechos
De acuerdo al texto legal que citó La Tercera, a eso de las 21 horas, los dos primos fueron a comprar completos a un local cerca de calle Ramón Cruz Montt y después se sentaron en una plaza a comer y tomar una cerveza.
Allí, habrían escuchado disparos y en eso, “vieron llegar a las afueras del local de comida una persona en moto, que no tenía ni uniforme ni distintivo de Carabinero o de Seguridad Ciudadana, quien saca un arma y obliga a dos civiles a tirarse al suelo”.
“Pensando que dicho motorista estaba asaltando gente”, apunta el escrito, comenzaron a correr al departamento del padre de uno de ellos, momento en que la moto los empezó a seguir.
Más allá, llegando a Ramón Cruz, pararon porque “el motorista se había quedado hablando con las personas de los locales colindantes, razón por la cual se tranquilizan y deciden caminar hacia el departamento”. Finalmente, consignó el medio citado, antes de llegar a calle Dublé Almeyda, fueron abarcados por cuatro guardias de seguridad de la comuna.
“Instantes después, llega una camioneta de Carabineros por Dublé Almeyda de la cual se bajan varios funcionarios quienes los tiran al suelo y comienzan a golpearlos en su rostro y otras partes del cuerpo mediante golpes de puño, para luego subirlos a la camioneta y trasladarlos a la 18° Comisaría de Ñuñoa”.
Querella por apremios ilegítimos en Ñuñoa
El texto detalla que “una vez ingresados a la Comisaría, los llevan hacia una zona de recepción donde les retiran sus pertenencias y los tiran contra la pared, estando un largo rato sentados en dicho sector, ensangrentados y esposados”.
En ese momento, “un funcionario los intimida y amenaza para luego sacarles una fotografía con su teléfono celular, la cual minutos después comienza a difundirse en redes sociales sindicándolos como los responsables del asalto que terminó con un funcionario de Carabineros lesionado”.
Fueron llevados al Cesfam Salvador Bustos acompañados por un funcionario que sería quien los agredió, lo que los mantuvo “intimidados” durante la asistencia médica.
“No se atrevieron a decir el origen de sus lesiones ante la pregunta del doctor, respondiendo por ellos el funcionario de Carabineros quien le dice al profesional de salud que “estaban así cuando los detuvimos””.
La querella apunta que “a raíz de esta situación ambas víctimas no solo resultaron con lesiones físicas, sino que con secuelas psicológicas relativas a estrés postraumático derivados de los hechos y la exposición mediática que han sufrido por la filtración de sus fotografías asociándolos con delitos de alta connotación pública”.
Además, se pide citar a declarar, ya sea en calidad de imputado o testigo, a funcionarios que se encuentran implicados en la comisión del delito.