El Quinto Juzgado Civil de Valparaíso falló a favor de Natalia Ravanales, trabajadora ciega de la central telefónica del Senado que denunció trato discriminatorio por parte de pares y superiores en 2016. El tribunal determinó que efectivamente existió un “acto de discriminación” de parte de la institución.

Ravanales acusó que se le impuso que ejerciera sus funciones de operadora telefónica desde su casa. Esto tras recibir burlas y malos tratos de compañeros que no le creían que era ciega, pese a que Natalia tiene un 15% de capacidad visual.

“Se declara que existió en perjuicio de doña Natalia Ivette Ravanales Toro, un acto de discriminación arbitraria perpetrado con fecha 7 de junio de 2016, por el denunciado Senado de la República de Chile”, se lee en la sentencia.

Natalia Ravanales aseveró que esta sentencia es histórica. Ella no pidió una indemnización, por lo que se aplicará una multa de 10 UTM al Senado.

En todo caso, falta conocer si el Senado acatará la sentencia. Tienen 10 días desde que son notificados del fallo, por lo que aún resta conocer si Natalia Ravanales será restituida en su cargo. La extelefonista expresó que evaluará con su psiquiatra si aceptaría volver a la Cámara Alta.

En caso de que el Senado no reconozca el fallo civil, Ravanales manifestó que está dispuesta a llevar el caso a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Uno de los elementos más controvertidos del caso fue que Ravanales grabó la conversación que sostuvo con sus superiores cuando fue enviada a trabajar a su casa. La prueba finalmente fue aceptada por el juzgado civil, permitiendo que avanzara la causa.

En los próximos días, Natalia Ravanales deberá declarar ante la Policía de Investigaciones (PDI) porque el fiscal investigador del Senado, Javier Norero, solicitó al Ministerio Público que investigue penalmente.

No está del todo clara la causa de esta acción persecutoria, pero se especula que se podría tratar de acusarla por la polémica grabación.