A casi dos años desde que presentó una denuncia por discriminación arbitraria sufrida en la central telefónica del Senado, se realizó la primera audiencia testimonial de la telefonista ciega Natalia Ravanales.

En el Quinto Juzgado Civil de Valparaíso, tanto Ravanales como el Senado y el Consejo de Defensa del Estado (CDE) presentaron testigos que fueron interrogados por la misma Natalia, en calidad de estudiante de derecho egresada y representándose a sí misma.

En agosto de 2016 denunció hostigamientos y maltrato laboral en la central telefónica de la Cámara Alta, donde sufrió burlas constantes durante casi un año y hasta recibiendo un apodo.

Por lo anterior, la afectada pidió su traslado a la Comisión de Régimen Interno, lo que inicialmente fue aprobado.

No obstante, el 7 de junio del 2016, a solo días de asumir un nuevo rol en el Congreso, revocaron la decisión para enviarla a trabajar desde su casa a tiempo completo sin las condiciones necesarias para ejercer como telefonista, pese a contar con una licencia médica que acreditaba una depresión.

Ravanales explica que la denuncia no considera una indemnización y reclama que quiere que se mejore el sistema de inclusión laboral junto con acusar a la defensa de la casa legislativa de ser “unos monstruos”.

Para ella, la discriminación terminó de ser evidente cuando trasladaron a una compañera de trabajo.

Según Natalia, la razón por la que rechazaron su cambio fue por ser contratada como telefonista, explicándole que no podía cambiar de rol.

En la audiencia se exhibieron pruebas documentales, entrevistas en medios de comunicación, correos electrónicos entre ambas partes y la grabación que realizó Natalia en la reunión donde fue enviada a su casa.

La telefonista explicó que la defensa del Senado cuestionó la obtención del audio como forma de anular la demanda.

Mario Labbé, secretario general del Senado y Juan Carlos Becerra, jefe de personal de la Cámara declararon durante la audiencia.

Ximena Amigo, sindicada por Ravanales como una de las personas que discriminó, se excusó de asistir por no encontrarse en el país.

Desde la Cámara Alta en reiteradas ocasiones han indicado que son un organismo “proinclusión” y que están interesados en la inserción laboral de personas con capacidades diferentes, utilizando como ejemplo los practicantes del Programa de Discapacidad Cognitiva del Congreso.

En la audiencia del lunes, se presentarán 10 testigos del Senado y 10 del CDE, quienes son trabajadores de la institución defendiendo el buen funcionamiento de la misma.

Natalia reconoció estar sorprendida al asegurar que el día lunes declararán en su contra las mismas personas que la discriminaron.