La magistrada del Séptimo Juzgado de Garantía, Carla Capello, cerró hoy el juicio que Carabineros inició contra el líder del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), Rolando Jiménez, quien fue acusado del robo con violencia de un reloj contra un funcionario, maltrato de obra y suplantación de identidad.

El hecho se originó en junio de 2018, cuando Jiménez llegó hasta un local de La Piccola Italia en Santiago luego que una pareja homosexual tuviera un entrevero en el restaurante ante la petición de que se retiraran. Ante eso, llegó personal de Carabineros para mediar en la situación, y según los afectados hubo comentarios homofóbicos por parte de los uniformados.

Fue así como el dirigente se apersonó en el local para intentar mediar en la situación, generándose un forcejeo entre los involucrados que derivó en la detención de la pareja y Jiménez.

Sin embargo, Jiménez fue puesto en libertad tras su formalización en la que no se acreditaron las acusaciones en su contra. Asimismo, el dirigente aseguró que fue agredido de forma física y verbal por carabineros, y que dentro del forcejeo un funcionario le arrebató su celular a uno de los involucrados que se encontraba grabando, aparato que según acusan, nunca fue devuelto.

Finalmente, la acusación contra Jiménez terminó hoy. Según informaron desde el Movilh, la decisión se tomó “luego de que en reiteradas ocasiones los testigos favorables a la versión de carabineros faltaran de manera reiterada a las audiencias y ante la negativa de Jiménez de llegar a cualquier tipo de acuerdo o salida alternativa e insistir con llegar a juicio oral”.

En este escenario, finalmente la Fiscalía aplicó el principio de oportunidad, renunciando así a perseverar en la petición de una condena o de un juicio contra el vocero del Movilh, quien fue representado por los abogados Jaime Silva y Francisco Figueroa.

“Me siento tranquilo con esta determinación de tribunales, pues impide a Carabineros todo tipo de apelación. Es claro que no había ninguna prueba, y además ningún testigo, dispuesto a confirmar la falsa versión de Carabineros, la cual fue un montaje policial homofóbico sin precedentes. Lamento y repudio, eso sí, que la Fiscalía se demorara más de un año en abandonar esta causa y reconocer que no podía perseverar, sabiendo de antemano que carecía de toda prueba y de las evidentes contradicciones de las versiones de Carabineros”, dijo Jiménez.

Por su parte, desde el Movilh dijeron esperar “la máxima sanción de la justicia contra estos policías corruptos y que Carabineros los expulse”.