Con toque de sirenas y un minuto de silencio en la Costanera de Valdivia, las autoridades conmemoraron un nuevo aniversario del Terremoto de 1960. La gente que sobrevivió a la tragedia recuerda como si fuera ayer la catástrofe sísmica de la cual se tenga registro en el mundo.

A las 15:11 sonaron las sirenas y comenzaba la conmemoración del terremoto del 22 de mayo de 1960, el cual marcó 9.0 en la escala Richter y hasta el día de hoy genera debate entre los científicos. El intendente César Asenjo aseguró que recordar esta fecha es relevar el empuje para levantar una ciudad destruida y estar preparados para eventuales futuros desastres naturales.

El director regional de la Onemi, Daniel Epprecht, afirmó los organismos del Estado han trabajado arduamente para tener un país mejor preparado para este tipo de eventos naturales.

Pierre St. Amand (DP)

El gobernador marítimo de Valdivia, el capitán de fragata Juan Pablo Colipi, sostuvo que como Armada están preparados para enfrentar la posibilidad de un tsunami a futuro y así no tener vidas que lamentar.

En tanto, el comandante del Cuerpo de Bomberos de Valdivia, Francisco Silva, junto con homenajear a quienes partieron y a los que están en las filas bomberiles, aseguró el total compromiso y seguridad de los habitantes.

memoriachilena.cl

Juan Gual, sobreviviente del mega sismo, manifestó que un país crece con su pasado y de su historia, relevando el trabajo mancomunado que ocurrió tras el terremoto para que la ciudad se levantara.

Hada es otra de las personas que sobrevivió. Cuando tenía 15 años, en su casa ubicada en la calle Carlos Andwanter en la comuna, salvó a su primo a quien en esta última jornada llamó por teléfono desde el sector Costanera y lo hizo oír las sirenas.

Por su parte, la hija de Hada, Virginia, enfatizó que lo descrito o por su madre será un relato que compartirá de generación en generación para no olvidar ese fatídico 22 de mayo de 1960.

Leopoldo Castedo (C)

Hoy en día, los resabios de la tragedia quedaron plasmados en las ruinas de fábricas y en construcciones de la época que lograron mantener en pie tras la catástrofe, y le recuerda a sus habitantes uno de los sismos más grandes registrados.

Y pese a los cambios y al crecimiento que ha tenido Valdivia, la huella dejada sigue fresca aún a 61 años de ocurrida la tragedia.