Aunque hubo manifestaciones en las cercanías de la Catedral Evangélica, donde se calificó a Sebastián Piñera de “traidor” debido a la aprobación de la Ley de Identidad de Género, contrario a lo que se esperaba en la previa; el Te Deum de este credo religioso se desarrolló sin críticas a la agenda valórica del Gobierno.

Sin embargo, el evento igualmente terminó con polémica luego de que los guardias del obispo Eduardo Durán agredieran a los periodistas que le preguntaron por la investigación en su contra por lavado de dinero y que terminó con el periodista de Radio Bío Bío, Óscar Cáceres, con un esguince cervical.

La diputada de Renovación Nacional y miembro de la bancada pro valores cristianos, Francesca Muñoz, criticó que no existiera un pronunciamiento oficial de la iglesia que diera cuenta del malestar que hay en la comunidad evangélica, de la que ella es parte, y también se sumó a la condena a estas agresiones

El presidente del Partido por la Democracia (PPD) y canciller de la expresidenta Michelle Bachelet, Heraldo Muñoz, calificó estas agresiones como “un atentado a la libertad de expresión inaceptable” y afirmó que este Te Deum confirmó que las críticas que el año pasado se hicieron a la exmandataria fueron un acto de campaña del ahora diputado Eduardo Durán.

Opinión compartida por el presidente del Senado, Carlos Montes, quien se automarginó del evento. Montes hizo un llamado al Ministerio Público a que se investiguen estos hechos.

La agresión también fue condenada desde el Gobierno, donde la ministra vocera, Cecilia Pérez, la calificó como “matonesca e inaceptable” mientras que el ministro del Interior, Andrés Chadwick, manifestó la “condena y repudio” del Ejecutivo ante una acción violenta contra los periodistas y la libertad de expresión.