Desconocido hace una semana, el gendarme Arnaud Beltrame fue homenajeado este miércoles como un héroe nacional en Francia, tras haber dado su vida para salvar a una rehén en un ataque yihadista.

Beltrame encarna el “espíritu francés de resistencia”, proclamó el presidente Emmanuel Macron, durante su elogio fúnebre en el monumento de los Inválidos, en París.

“Su memoria vivirá” y “su ejemplo persistirá”, agregó el presidente francés acerca de este gendarme de 44 años, fallecido el viernes tras cambiarse por una rehén durante un atentado en el sur del país que se saldó con cuatro muertos.

Beltrame, ascendido al grado de coronel y distinguido Comandante de la Legión de Honor, falleció a manos del atacante Radouane Lakdim, un delincuente común radicalizado que dijo actuar en nombre del grupo yihadista Estado Islámico.

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Centenares de personas afluyeron al patio de los Inválidos, que alberga una necrópolis militar y donde está enterrado Napoleón.

El coronel Beltrame “hacía frente a la agresión islamista, al odio, a la locura mortífera”, destacó Macron, llamando a “cada ciudadano” a una mayor “vigilancia y civismo”, frente al “islamismo subterráneo”.

“Oscurantismo bárbaro”

El presidente citó además otro asunto que conmocionó a Francia, el asesinato el viernes de una octogenaria judía, Mireille Knoll, “asesinada porque era judía” y víctima del mismo “oscurantismo bárbaro”.

Entre los 1.200 invitados a los Inválidos, asistieron las familias de las víctimas, las personas presentes durante el ataque, así como los expresidentes Nicolas Sarkozy y François Hollande y numerosos militares.

El féretro de Beltrame fue acompañado por 200 hermanos de armas.

Previamente, en todas las gendarmerías y prefecturas, así como en el palacio presidencial del Elíseo y en la sede del ministerio del Interior se observó un minuto de silencio en su memoria.

Bajo la lluvia, miles de personas, entre ellos muchos colegiales, saludaron el convoy escoltado por siete motoristas de la guardia republicana, a su paso por las calles de la capital francesa hasta los Inválidos. Policías, gendarmes y bomberos estuvieron presentes con sus uniformes de honor.

Un centenar de personas se congregaron igualmente el miércoles en el patio del pequeño cuartel donde estaba destinado Beltrame.

“Se sentía intrínsicamente gendarme. Para él, ser gendarme quería decir proteger”, dijo su viuda Marielle al semanario cristiano La Vie. Su decisión de tomar el lugar de una rehén fue “un gesto de gendarme y un gesto cristiano”, añadió.

Murió en el supermercado de Trèbes donde Lakdim se atrincheró tras haber matado previamente a una persona y herido a otra para robarles el coche, y a un cliente y a un empleado del establecimiento. Trató de negociar con el atacante sin éxito y falleció al día siguiente tras ser herido de bala y arma blanca.

Beltrame se graduó como mayor de su escuela militar, antes de unirse a la unidad de élite de paracaidistas en Irak, participar en la seguridad del palacio del Elíseo y dirigir una compañía en el noroeste del país.

Sus exequias serán celebradas el jueves en Ferrals (sur), donde vivía con su esposa. Las otras tres víctimas también serán inhumadas ese día.

En toda Francia, los homenajes a Beltrame se multiplicaron y algunas localidades bautizaron una calle o un lugar público con su nombre.

En cambio la unanimidad hizo agua a la hora de evaluar al gobierno, criticado por la derecha y la extrema derecha por su política de lucha contra el islamismo radical -juzgada demasiado laxista- y el seguimiento de los extremistas.

Lakdim era objeto de seguimiento por parte de los servicios de inteligencia por sus supuestos vínculos con el salafismo.