Pekín aseguró que el globo entró en el espacio aéreo estadounidense al desviarse por error de su trayectoria.

El Pentágono publicó este miércoles una foto tomada por un cazabombardero estadounidense del globo espía chino que EEUU abatió a principios de este mes tras haber cruzado su territorio.

La instantánea fue tomada el 3 de febrero, un día antes de que el globo fuera derribado frente a las aguas de Carolina del Sur, tras pasar días sobrevolando el territorio continental de EEUU.

La foto está captada desde arriba, ya que el caza volaba por encima del globo, y en ella se ve la sombra del avión sobre artefacto.

El piloto la tomó desde la cabina del caza cuando el globo se encontraba en alguna parte del centro del país norteamericano.

La foto había sido difundida en las últimas horas por la cadena de televisión CNN y una web llamada Dragon Lady Today, cuyo nombre hace referencia al apodo que se da a los cazas estadounidenses U-2.

De hecho, la viceportavoz del Departamento de Defensa de EEUU, Sabrina Singh, había sido consultada en su rueda de prensa por la autenticidad de la instantánea publicada por Dragon Lady Today y había señalado que es real.

El globo espía chino fue localizado a finales de enero en el espacio aéreo estadounidense y fue derribado sobre aguas del Atlántico el 4 de febrero.

Llevaba días sobrevolando varias zonas del país, como el estado de Montana (noroeste), donde se encuentra uno de los tres campos de silos de misiles nucleares existentes en Estados Unidos.

Pekín aseguró que el globo entró en el espacio aéreo estadounidense al desviarse por error de su trayectoria y afirmó que se usaba para fines meteorológicos, no de espionaje, lo que fue rechazado por Washington.

Además del globo espía, Estados Unidos ha derribado este mes otros tres objetos voladores en su territorio y Canadá, cuyo origen están investigando las autoridades estadounidenses y canadienses.

El descubrimiento del globo espía chino ha revivido las tensiones entre EEUU y China, y llegó a provocar la suspensión de un viaje a Pekín que tenía previsto hacer el secretario de Estado, Antony Blinken.