El último niño y el entrenador del equipo de fútbol que quedaron atrapados en una cueva de Tailandia fueron finalmente rescatados este martes.

De esta forma, los 12 niños y su joven líder que estuvieron dos semanas atrapados al norte del país asiático fueron evacuados con éxito, anunciaron este martes los socorristas.

“Los 12 Jabalíes Salvajes -el nombre de su equipo de fútbol- y su entrenador fueron evacuados de la cueva”, anunció en Facebook el cuerpo de élite de la marina tailandesa que participó en el rescate.

El accidente y el consecutivo rescate estuvieron marcados por la incertidumbre en cuanto a la sobrevivencia de las víctimas, además de la serie de dramáticos hechos que ocurrieron desde que quedaron atrapados hasta su exitoso rescate.

Un milagro

La alerta de que un grupo de niños y su entrenador habían quedado atrapados en la cueva Tham Luang, al norte de Tailandia, fue informada a fines de junio, tras lo cual un intenso operativo comenzó.

Los padres de los menores iniciaron una espera, en pequeñas tiendas y carpas, a las afueras de lo cueva, con la esperanza de que sus hijos saldrían del lugar.

Esto, mientras equipos de emergencias y socorristas ayudaban a buscar a los niños; sin éxito y pasando varios días perpetuando los trabajos.

Al rescate se unieron buzos y marinos, y tras una difícil semana de incertidumbre fueron hallados vivos, todos, pero alejados de la “superficie” debido a la profundidad de la cueva (varios kilómetros).

Un video mostró las primeras palabras enunciadas por los niños, quienes agradecieron los esfuerzo.

Sin embargo, eso era sólo el comienzo del rescate, ya que ahora se comenzarían a concentrar todas las fuerzas en sacar a los afectados del lugar: una cueva que amenazaba con dejarlos sin oxígeno y pudiendo causar la muerte de los sobrevivientes.

Así todo, recién este fin de semana pasado comenzó la evacuación directa, donde cada niño sería rescatado para luego ser llevado de urgencia a un centro médico.

Pero antes de iniciar aquello, muchos buzos se vieron en la obligación de suministrar oxígeno a las víctimas para que permanecieran vivas hasta ser retiradas del lugar.

En ese proceso, uno de los socorristas murió trágicamente luego de haber ayudado a los niños y al entrenador.

Ayuda “desde Chile”

Los medios de comunicación de todo el mundo siguieron de cerca las noticias de este accidente y su posible milagroso rescate. Chile no fue la excepción, pero, con la experiencia de lo ocurrido con “Los 33” mineros, todo tuvo un poco más de sentido y dramatismo.

Uno de estos últimos, uno de los sobrevivientes del derrumbe de la mina San José el 5 de agosto de 2010, mostró incluso su entusiasmo por ayudar en la causa en Tailandia.

El rescate

El domingo inició finalmente el rescate. Uno por uno, los niños comenzaron a ser retirados del lugar, revisando su estado de salud y procediendo a ser atendidos por personal de emergencias y profesionales de la salud.

Aún con incertidumbre, estos últimos días fueron jornadas dedicadas exclusivamente al socorro de los menores, dejando como último integrante rescatable al entrenador.

Y pese a suspensiones temporales del procedimiento, la evacuación se logró sin mayores problemas en un hecho accidental que finalizó con el mejor resultado posible este martes.

Las razones tras el accidente

Según se informó, el entrenador del equipo de fútbol infantil decidió refugiarse él junto a los menores en una cueva debido a las malas condiciones climáticas que afectaban al lugar.

Sin embargo, fue esa decisión la que marcó el inicio del accidente. Tras entrar al lugar, la salida después se hizo imposible.

En ese sentido, el líder del grupo se encargó de ofrecer disculpas por lo sucedido.