En una nueva polémica está envuelto el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, tras la filtración de un video donde se refiere en duros términos a varias entidades del gobierno y la Policía Federal, en medio de la propagación de la pandemia del Covid-19.

En el registro, difundido por orden de un juez del Supremo Tribunal Federal, se escucha al mandatario afirmar que está frustrado por no lograr obtener información de la policía y en el que promete cambiar a los ministros del gabinete si es necesario, para proteger a su familia.

Asimismo, Bolsonaro califica de “bosta” al gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, y de “estiércol” al de Río de Janeiro, Wilson Wietzel, por impulsar medidas de confinamiento social que a ojos del mandatario ultraderechista limitan las libertades y son ruinosas para la economía.

El mismo juez del Supremo Tribunal Federal (STF), Celso de Mello, generó además una virulenta reacción del gobierno al transmitir un pedido de aprehensión del celular de Bolsonaro, decisión que tendría “consecuencias imprevisibles” y comprometería la “estabilidad”, según el jefe del Gabinete de Seguridad Nacional, general Augusto Heleno.

En el video, que las televisiones brasileñas pasaban una y otra vez por la noche, con fondo de cacerolazos de protesta en varias ciudades, se le oye decir: “¡Ya traté de cambiar a personas de nuestra seguridad en Río de Janeiro, oficialmente, y no lo conseguí! No voy a esperar a que jodan a toda mi familia, a mis amigos, porque no puedo cambiar a alguien de la seguridad en la punta de la línea de nuestra estructura”.

Bolsonaro asegura que la grabación no lo incrimina. A pesar de admitir que en la reunión se refirió a amigos y familiares, alega que estaba hablando de su seguridad personal y no de blindarlos ante investigaciones de la Policía Federal.

Otra farsa cayó. No hay un segundo en el video en que alguien pueda sospechar que interferí en la PF”, dijo el mandatario tras la difusión del video, con algunas partes censuradas y del que solo se excluyeron pasajes con referencias a países extranjeros.

El material fue publicado como parte de una pesquisa sobre las acusaciones de que el presidente estaba intentando interferir indebidamente en la PF, según dijo el exministro de Justicia Sérgio Moro cuando renunció el mes pasado.

En otro momento del registro, que dura dos horas, Bolsonaro también se queja por no poder obtener información de la policía y otras agencias. “Tengo el poder e interferiré en todos los ministerios, sin excepción”, dijo.

La popularidad de Bolsonaro ha disminuido en parte por la renuncia de Moro —a quien muchos elogian por su lucha contra la corrupción— y por los intentos del mandatario de minimizar la pandemia del coronavirus, que ya ha dejado a más de 20.000 brasileños muertos y cuyo ritmo está acelerándose.

A través de Twitter, el mandatario indicó que “la moderación en la defensa de la verdad es servicio a la mentira. Seguimos luchando por Brasil y por el pueblo brasileño”.