Autoridades venezolanas investigan una posible masacre ocurrida tras un presunto enfrentamiento entre una banda y la guerrilla colombiana Ejército de Liberación Nacional (ELN) por el control de una mina ilegal de oro.

Informes preliminares hablan de, al menos, siete muertes en este hecho, ocurrido en el sureste de Venezuela.

La noche de este martes “familiares me reportaron que llegaron siete cadáveres al fuerte Tarabay donde funciona el Ejército procedentes de las minas: tres mujeres y cuatro hombres, se presume que hay otros cadáveres”, dijo a la agencia internacional Agence France-Presse (AFP) el diputado opositor Américo de Grazia, oriundo de esa zona.

Los cuerpos fueron llevados al fuerte por una comisión de militares, policías y miembros del servicio de inteligencia y de la dirección de contrainteligencia, que estuvo este martes en la mina El Candado, en la zona de Bochinche del estado Bolívar.

Según el diputado, al menos 16 personas estaban desaparecidas y seis resultaron heridas luego de que se enfrentaron el pasado domingo presuntos miembros del ELN y la banda “El Coporo”.

El parlamentario afirmó que en noviembre de 2017 denunciaron la presencia de insurgentes de ELN en la zona minera de Sifuentes, en Bolívar.

“Es el tercer enfrentamiento entre bandas criminales locales y el ELN, el primero fue en abril y dejó tres muertos; el segundo en agosto, con 11 decesos y este de octubre”, recalcó el diputado.

La zona del enfrentamiento es cercana a Brasil, pero pobladores aseguran que miembros del ELN ingresaron hace un tiempo a ese territorio a través del vecino estado Amazonas, fronterizo con Colombia. Las autoridades no han confirmado la presencia de esa guerrilla en Bolívar.

Los familiares de los desaparecidos protestaron el lunes y este martes en la entrada de la vía que conduce a la mina para exigir a las autoridades que les informen qué ocurrió, según reportes de la prensa local.

Videos que difundieron en redes sociales el diputado y habitantes de Tumeremo muestran a dos helicópteros militares que sobrevolaron la zona este martes. La comisión regresará el miércoles a la zona de la mina.

Tumeremo fue conmocionado en marzo de 2016 por la matanza a balazos de 17 mineros, cuyos cuerpos fueron localizados en una fosa común. Otra masacre de 11 personas fue denunciada allí meses después.

El 10 de febrero, una incursión militar en una mina de la localidad de Guasipati, también en Bolívar, dejó 18 muertos.

Tumeremo y Guasipati forman parte del arco minero del Orinoco, extenso territorio que el gobierno explota con compañías multinacionales para compensar la caída de los ingresos petroleros en medio de una grave crisis.

El 24 de agosto de 2017, ocho personas murieron en un choque entre presuntos delincuentes y militares en El Callao, también en Bolívar.

“Se repite la historia”, sostuvo De Grazia, tras cuestionar el “hermetismo” del gobierno.