La tasa promedio anual para este tipo de financiamiento alcanzó niveles comparables a febrero de 2009. Por otro lado, los créditos de consumo bajaron levemente a comparación del mes anterior.

Según información entregada por el Banco Central en su Informe Mensual de Estadísticas Monetarias y Financieras de noviembre, las tasas de interés promedio anual de los créditos hipotecarios alcanzaron un 5,2%, representando un salto respecto al mes anterior donde marcaron un 4,7%.

Con esto las tasas de los créditos para financiamiento de vivienda alcanzaron su mayor nivel desde febrero de 2009, en un contexto donde diversos actores dan cuenta de una crisis del sector inmobiliario y habitacional, con un sobre stock superior a las 100 mil unidades dado, en parte, por las mayores dificultades para acceder a financiamiento.

Por otro lado, las tasas para los créditos de consumo pasaron de un 27,9% en octubre a un 27,5%, lo que según el Banco Central “se explicó por la disminución en las tasas de los productos cuota-tarjeta y sobregiros”.

Para el caso de los créditos comerciales, también se aprecia una caída en las tasas (de 14,0% a 13,2%), gracias a un descenso en todos los productos.

Finalmente, el financiamiento para el comercio exterior aumentó de un 7,1% a un 7,5%, tanto en los préstamos de importación como exportación.

Créditos hipotecarios y crisis habitacional

Según datos de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), uno de los aspectos de la crisis habitacional que afronta el país trata sobre al menos unas 113 mil propiedades que no se han podido vender en el último tiempo.

En este sentido, uno de los aspectos que han influenciado han sido las mayores restricciones al crédito y las altas tasas de interés para el financiamiento hipotecario, lo cual también ha impactado en la economía de diversas inmobiliarias y constructoras.

Por esto, el ministro de Vivienda, Carlos Montes, deslizó la idea de que el Gobierno compre parte de ese sobre stock.

En específico, se trataría de unidades con precios entre UF1.600 y UF1.800, buscando así dinamizar más este sector afectado tanto por el estallido social como por la crisis económica enmarcada en la pandemia de Covid-19.