El compromiso del Gobierno era presentar el proyecto de reforma de pensiones durante el mes de agosto. Sin embargo, el plazo no se cumplió y explicaron las razones.

El Gobierno atribuyó al clima político previo al Plebiscito constitucional, la decisión de postergar la presentación de la reforma previsional, que debió ser presentada este mes de acuerdo a la planificación.

En la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) respaldaron los plazos y cuestionaron el rol de las AFP; mientras en el Congreso aseguran que el proyecto seguirá adelante, independiente de la votación del domingo.

Era algo que ya se había señalado, pero en el marco de la firma del convenio 190 de la OIT, que refuerza el combate al acoso y la violencia laboral, el Gobierno profundizó en los plazos con que se plantea la reforma de pensiones en el Congreso.

El proyecto no va a ingresar hasta después del Plebiscito constitucional y esto tiene que ver con el clima político que, según dijo el subsecretario de Previsión Social, Christián Larraín, no favorece los grandes acuerdos que requiere este proyecto de ley.

Esta decisión era prácticamente un hecho, pese a que el compromiso inicial era presentar el proyecto durante el mes de agosto. Sin embargo, hay respaldo a los plazos que se está planteando La Moneda.

El presidente de la CUT, David Acuña, cree que es necesario darle urgencia a esta reforma, pero también apuntó al rol que están jugando las AFP para, en el marco del debate constitucional, intentar perjudicar los lineamientos que plantea el proyecto.

Dentro del Congreso veían venir esta decisión, pero también recalcan un punto. El proyecto previsional va a seguir adelante, más allá del resultado que entregue el Plebiscito, porque así fue diseñado.

Las prioridades son fortalecer la seguridad social, según detalló el diputado Andrés Giordano.

Aunque el Gobierno hizo este anuncio, aún no han descartado presentar algunos lineamientos generales del proyecto durante esta semana, aunque el detalle se conocería después del 4 de septiembre.