Como grave catalogó el vocero de la Corporación de Monumentos Históricos de Los Ángeles que existan dudas en torno al destino de parte de la colección de armas antiguas, la cual se encuentra almacenada en la bóveda del Museo de la Alta Frontera.

La inquietud rondó cuando una inspección rutinaria de Carabineros, en el marco de la Ley de Control de Armas, permitió verificar que faltarían varias piezas. Incluso, se teme que de las 60 armas originales, entre mosquetes y arcabuces, sólo quedaría poco más de la mitad, sin tener claridad acerca de su actual paradero o si definitivamente fueron sustraídas.

Mientras el municipio de Los Ángeles anunció que se pedirá un inventario de todos los bienes de la corporación edilicia, Héctor Anabalón, de la Corporación de Monumentos Históricos, planteó que la posible desaparición de armas antiguas es un hecho muy grave.

El dirigente social apuntó a que las eventuales responsabilidades están en los directores municipales de la corporación edilicia, quienes, a su juicio, tienen la misión de efectuar los respectivos controles.

Héctor Anabalón, junto con recordar los casos en que han desaparecidos piezas de platería mapuche, sostuvo que lo ocurrido es una señal muy clara que la actividad cultural no es apreciada por la autoridad y confió en que la nueva administración municipal pondrá énfasis en esa materia por medio de la diversificación de las actividades.