La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, ironizó el viernes sobre el impacto que tendrá la decisión española de reducir la compra de biodiésel advirtiendo que España deberá pagará ahora más caro el producto, en un acto en la provincia de Santa Cruz.

“Si el gobierno de España quiere pagar más caro el biocombustible es una decisión soberana”, dijo la mandataria y se preguntó sobre el impacto que tendrá en su economía, que atraviesa una difícil situación.

Sobre la decisión, adelantó que “no vamos a hacer ningún planteo ante la OMC (Organización Mundial de Comercio) ni vamos a decir que nos están cerrando las importaciones”, en un acto en que dejó inaugurado un complejo hidroeléctrico.

“Somos gente muy respetuosa de la soberanía de los países y por eso somos tan celosos defensores de nuestra propia soberanía y decisiones”, destacó la mandataria.

El gobierno español anunció el viernes que va a limitar las importaciones de biocombustibles de Argentina en beneficio de empresas españolas o comunitarias, tras la decisión argentina de expropiar el 51% de las acciones de YPF, que controlaba la española Repsol.

La jefa de Estado minimizó el impacto de la medida, argumentando que el país sudamericano — uno de los mayores productores de granos del mundo — produce 3 millones de toneladas anuales de biodiésel y no tendrá dificultades en absorber las 400.000 toneladas que compraba el país europeo.

Argentina es también uno de los principales proveedores de biodiésel del mundo, elaborado casi exclusivamente en base a aceite de soja, y en 2011 las exportaciones alcanzaron un récord de 1,7 millones de toneladas.

Fernández lamentó el conflicto con países hermanos como España y recordó que es nieta de españoles, al tiempo que agradeció “a los miles de españoles, incluso famosos, que a través de Twitter hicieron llegar su apoyo no a esta Presidenta, sino a todos los argentinos”.

Durante el acto, la mandataria leyó el artículo 128 de la Constitución de España que asegura la protección de los recursos naturales y recordó declaraciones de 2008 del jefe de Gobierno español, el conservador Mariano Rajoy, criticando el eventual ingreso de la rusa Lukoil en Repsol.

“Nuestro petróleo, nuestro gas y nuestra energía no se pueden poner en manos de una empresa rusa porque eso nos convertiría en un país de quinta”, dijo el entonces líder de la oposición según un video reproducido por los medios argentinos en la web.

La relación entre Argentina y España entró en un cono de sombra tras la decisión de Buenos aires el lunes pasado de intervenir YPF y enviar al Congreso un proyecto de ley para expropiar el 51% de sus acciones.

España recibió el apoyo de Estados Unidos, la Unión Europea y las principales entidades financieras internacionales, que amenazaron con represalias.