Aún conmocionados están los veraneantes de Pingueral, luego de la trágica muerte de un hombre quien falleció ahogado al intentar rescatar del mar a su hija y a un sobrino. La administración del recinto llamó a la autoridad a tomar cartas en el asunto por el incremento de visitantes.
Algunos aún recuerdan la fuerza de la ola de 4 metros de altura que arrastró a la niña de 8 años y a quien luego su primo de 14 años quiso rescatar.
Tras él fue el padre de la menor, Leopoldo Galindo, de 37 años, quien pereció ahogado.
La administración de Pingueral, en la voz de Roberto Pineda, afirmó que la cantidad de visitantes experimenta un incremento explosivo este verano, el que calcula en 800 vehículos diarios.
Quienes van por primera vez desconocen que la playa no está apta para el baño y tampoco escuchan las recomendaciones. De hecho, los residentes de Pingueral usan piscinas y o el tobogán. No el mar.
También hay quienes van a la playa sólo a beber o comer un asado.
Pingueral aguarda por una ordenanza de la municipalidad de Tomé que restringa al menos el ingreso vehicular desde las 20 horas hasta las 6 de la mañana.