Se trata de Ia Anstoot, una activista ambiental sueca de 18 años, que lideró a un grupo de jóvenes para lanzar una campaña dirigida a Greenpeace, que busca que la organización más influyente del activismo climático deje de oponerse a la energía nuclear, pero ¿por qué?, ¿es sostenible?
De acuerdo con el sitio web oficial de la campaña de Anstoot, en 2022, el parlamento europeo falló a favor de clasificar la energía nuclear libre de carbono como “sostenible” y la incluyó en la Taxonomía Verde, una lista para las finanzas sostenibles.
Esto significaría que “la energía nuclear (junto con otras fuentes de energía limpia como la eólica y la solar) podría obtener la inversión financiera necesaria”, para comenzar a implementarla y disminuir el uso de combustibles fósiles, que son los responsables de las grandes emisiones.
Sin embargo, en 2023, Greenpeace, uno de los grupos ecologistas más influyentes del mundo, manifestó sus intenciones de demandar a la Unión Europea para intentar que la energía nuclear fuera eliminada de la Taxonomía Verde.
Frente a ello, la joven y sus compañeros activistas que van desde los 17 a 26 años, catalogaron las acciones de Greenpeace contra la energía nuclear como una “oposición anticuada y poco científica”, haciendo un llamado a reaccionar a la emergencia climática, argumentando que el verdadero enemigo son los combustibles fósiles.
“Mi generación confía en organismos respetados como el IPCC, que dicen que no podemos cumplir los objetivos climáticos de París sin energía nuclear. En pocas palabras, confiamos en la ciencia. Nuestro verdadero enemigo no es el apoyo de la UE a la energía nuclear, sino los COMBUSTIBLES FÓSILES”, dice Anstoot.
¿En qué consiste la campaña contra Greenpeace?
En su campaña, Anstoot explica que tomará acciones legales contra la organización, aún cuando siente respeto y admiración por ellos. “A veces tienes que enfrentarte a las personas que amas”, expresa.
En concreto, la adolescente y su grupo unieron fuerzas con la organización RePlanet y el bufete de abogados Houthoff, de Ámsterdam, para ser parte del proceso legal en el que se enfrascará Greenpeace con la UE, y así apoyar el uso de energía nuclear.
“Presentamos documentos al Tribunal de Justicia de la UE solicitando participar en el caso judicial contra el clima de Greenpeace como “parte interesada”, pero en defensa de la energía nuclear libre de carbono“, explica.
“Si nuestra solicitud es aceptada por los tribunales, significa que yo, junto con la ayuda de científicos climáticos y otros expertos, podré presentar pruebas en el caso y demostrar que la energía nuclear es segura, confiable y necesaria“, agrega.
Para ello, Anstoot está pidiendo donaciones para financiar su participación en el caso judicial y en la misma línea inició una petición de firmas para que Greenpeace “adopte la energía nuclear y, en su lugar, se concentre en deshacerse de los fósiles”.
¿La energía nuclear es sostenible?
A la fecha, la energía nuclear todavía es un debate, donde predominan los argumentos en torno a los desechos que produce y los desastres que en el pasado le dieron una mala fama, como Chérnobil, por ejemplo.
Greenpeace, dice que las huellas de la energía nuclear son “altamente contaminantes y muy duraderas en el tiempo, y sus riesgos, con accidentes que resultan devastadores para la salud de las personas y los ecosistemas circundantes, hacen que no sea una alternativa limpia y sostenible”.
Pero, con el tiempo, distintos organismos y expertos han salido a respaldar este método de producción de energía, debido a los altos índices de emisiones que dejan los combustibles fósiles y que mantienen al planeta en crisis.
Un informe de la Agencia de Energía Nuclear de la OCDE, por ejemplo, expone que la energía nuclear sí “puede ser relevante para el desarrollo de políticas dentro de un marco de desarrollo sostenible”.
Allí también sugieren que “bajo condiciones de operación normales y con una regulación independiente y efectiva, las centrales nucleares y las instalaciones de ciclo de combustible tienen unos efectos relativamente pequeños sobre la salud y el medio ambiente“.
Pero al momento, todavía quedan dudas por despejar respecto a la implementación de la energía nuclear a nivel global para reemplazar los fósiles, pese a que hay países que ya están intentando establecerla como una alternativa sostenible.
