A propósito de las declaraciones proferidas por la diputada de la Región Metropolitana, Ximena Ossandón, en las que llamó "locos" y "enfermos mentales" a pacientes de salud mental, expertas en psicología aclararon por qué no se debería usar el concepto.

“Locos” y “enfermos mentales” esas fueron las palabras utilizadas por la diputada de distrito 12 de la región Metropolitana, Ximena Ossandón para referirse a los pacientes de salud mental, durante una sesión de sala en la que se interpelaba a la Ministra de Salud, María Begoña Yarza.

La autoridad sanitaria se encontraba siendo interrogada por las presuntas torturas que se cometieron al interior del Hospital Psiquiátrico del Salvador, en la región de Valparaíso, cuando Ossandón dijo: “Vamos a conversar ahora sobre los más olvidados de nuestra sociedad, nuestros queridos locos, nuestros enfermos mentales”.

Las palabras de la diputada de Renovación Nacional rápidamente resonaron entre los especialistas de salud mental y los pacientes de diversos trastornos.

Dichos de Ossandón ¿Por qué no se debe usar la palabra “locos”?

El portal Psychology Today explica que el uso de la palabra “loco”, es parte del “corazón del estigma de la enfermedad mental”. Lo cual es secundado por la psicóloga de Clínica Los Leones, Carolina Alarcón.

“Es una estigmatización y un uso del lenguaje peyorativo tan grande, que en definitiva limita de inmediato a la persona”, afirmó.

Lo que detona en que “los ‘locos’ sean rechazados, burlados y marginados”, describe el portal, lo que además provoca que sea más difícil ayudar a estos pacientes y que estos recurran por ayuda.

La psicóloga de Clínica Los Carrera, Constanza Uribe, afirmó que el uso del concepto “refuerza la carga negativa y de prejuicios” que tiene, además de “generalizar a todas las personas que tienen cualquier tipo de dificultad de salud mental”.

A esto, Alarcón agregó que “cuando una figura política pública, como Ossandón, usa la palabra ‘loco’ anula totalmente a la persona”.

De acuerdo a la profesional, el usar la palabra “loco” para referirse a pacientes de salud mental “afecta su posicionamiento en la forma de trabajar, de actuar y emplazarse en la vida, por lo que es delicado que una figura pública esté validando una imagen muy peyorativa de todos los trastornos de personalidad”.

Según Uribe, los efectos negativos de usar este concepto no solo se restringen al paciente, sino que también a su familia: “La palabra loco se relaciona con una persona que está desconectada de la realidad, que puede ser un poco violenta o agresiva, es decir, con muchas falencias“.

“Una persona que lo necesita y no necesariamente estando tremendamente enferma, tiende a abstenerse de consultar o de pedir ayuda por la cantidad de prejuicios que hay, porque les da vergüenza que cualquier persona los vea en un hospital o consulta pidiendo ayuda al respecto, lo cual repercute en sus familiares”, afirmó la psicóloga.

Lo cual, a su juicio, “hace que exista un porcentaje muy grande de personas con depresión, con ansiedad, que no consultan hasta que sus síntomas son graves”.

Respecto a los dichos de la diputada, la profesional dijo: “Tengo la sensación de que la señora Ximena Ossandón para nada estaba ocupando la palabra ‘locos’ de manera peyorativa, me pareció más bien que se estaba expresando de una manera cariñosa y con preocupación […] pero ella es una figura pública por lo que tiene que ser cuidadosa con las palabras que usa”.

Momentos después de proferir tales declaraciones, la diputada Ossandón se justificó en que en el Código Penal se utiliza la palabra “loco” o “demente” para referirse a las personas exentas de responsabilidad punible. Cabe recordar que el documento en cuestión fue publicado en 1874, hace casi 150 años.