A propósito del proyecto de ley que busca disminuir las horas de trabajo, consultamos con expertos sobre el impacto de esta medida en la salud mental de los chilenos.

En el año 2017, la actual ministra Secretaria General de Gobierno, Camila Vallejo, presentó el proyecto de ley que reducía la jornada laboral de 45 a 40 horas en el país.

De acuerdo cifras entregadas por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), Chile es el sexto país con más horas laborales al año. Durante el 2019 -último informe publicado por el organismo- cada trabajador laboró por un promedio de 1.914 horas.

El proyecto ha vuelto a formar parte del debate debido al retorno presencial masivo al trabajo que se comenzó a dar en el país después de dos años de pandemia.

Según Miguel Urrutia, académico de Sociología de la Universidad de Chile, las actuales condiciones laborales son “agobiantes y cada vez es más claro que hay una sobrecarga de trabajo que causan perjuicios en la población”, afirmó.

No obstante, Urrutia considera que está es solo una “primera capa” del debate, ya que lo económico y productivo también forma parte de la discusión.

En ese sentido, “la productividad no es lineal, no tiene que ver con las horas de trabajo, sino que con la calidad”, explica.

¿Cómo afecta la salud mental la extensa jornada laboral?

Sobre esto, Constanza Uribe, psicóloga de Clínica Los Carrera, afirma: “En muchos sectores, nuestro país aún sostiene la relación de que a mayor jornada laboral mayor es el sueldo, por lo tanto, aún no contamos con un país listo para que este cambio impacte de forma positiva“.

La especialista explicó que lo extenso de la jornada laboral ha impactado de manera negativa en la salud mental de la población: “En la última década, se han más que duplicado las licencias médicas por salud mental de acuerdo con los datos que tenemos del MINSAL (>50%)”, aseguró.

Los principales síntomas manifestados por los trabajadores, señala, son la presencia de “síntomas ansiosos y de estrés” que afectan a al menos un 20% de la fuerza laboral y que en muchos casos requieren de largos periodos de reposo.

¿Cómo beneficiaría a la salud mental reducir la jornada laboral?

De acuerdo a la psicóloga Uribe, menos horas de trabajo significan más tiempo de ocio destinado a actividades recreativas, deportivas, de alimentación, las relaciones personales, crianza y cuidado personal y de la familia, lo cual es beneficioso para la salud mental.

La profesional también afirma que los trabajadores incluso usan parte de las horas de ocio para “adquirir nuevas herramientas o nuevo conocimiento que a su vez pueda alimentar de forma positiva su trabajo”.

Sin embargo, Uribe detalla que no solo es importante la reducción de la jornada laboral, sino que también la mejora de las condiciones: “Por ejemplo, los trabajadores informales, donde la persona se enfrenta a la reducción de su jornada, también impacta en tener mayor incertidumbre (laboral)“.

De acuerdo a la especialista, dentro de las mejoras de condiciones, además de considerar el ambiente laboral en el que se desempeñan, se deben tener en cuenta también los tiempos de traslado “que impactan severamente la calidad de vida”, aseguró.

Finalmente, Uribe asegura que “hay concordancia en que mientras más extensa sea la jornada laboral, mayor prevalencia de enfermedades, siendo la extensión un punto crítico de abordar”, esto sin perder de vista que existe una diferencia entre los roles que cumple cada persona en su núcleo familiar, a propósito de ciertos indicadores de que las mujeres desarrollarían más síntomas depresivos que los hombres ante extensas horas de trabajo.