El Octavo Juzgado de Garantía de Santiago decretó el sobreseimiento definitivo de la investigación por un supuesto centro de tortura al interior de la estación Baquedano del Metro de Santiago.

La audiencia había sido solicitada por la Fiscalía Oriente, luego que la indagatoria de la Policía de Investigaciones descartara la existencia de dicho centro.

El fiscal Álvaro Pérez señaló que “lo cierto es que no solamente no se logró acreditar estos hechos, sino que muy por el contrario se descartaron (…) Se lograron desacreditar versiones que daban cuenta de la existencia de amarras y de sangre en el interior del recinto”. Además, aseguró que no se recibieron denuncias de presuntas víctimas.

En tanto, el ministro del Interior, Gonzalo Blumel, comentó que “es una buena noticia que se vaya conociendo la verdad, que esas denuncias falsas se vayan descartando. Respecto a eventuales acciones legales, aquí lo importante es que quienes hicieron denuncias falsas (…) tengan que asumir su responsabilidad y ese es un derecho de los titulares afectados por estas denuncias calumniosas”.

También reaccionó el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), que en su momento hizo eco de la denuncia. Su vocero, Carlos Bellei, indicó que “el INDH recibió una denuncia y actuó frente a ella como señala su mandato, recabando antecedentes y señalando en todo momento que es deber del Poder Judicial confirmarla o desestimarla”.

Agregó que si aún existieran dudas sobre el rol que tuvo la institución en este caso, señaló que “el INDH está disponible para responder consultas y asistir a todas las instancias, sean estas judiciales o administrativas, en que sea requerido”.

Inicio de la denuncia

La acusación sobre un eventual centro se originó por un estudiante en el marco del estallido social, instancia en la que se informó a través de un WhatsApp que “cabros, con mucha tristeza les comento que se supo de un centro de retención Estación Baquedano (tiene ‘comisaría interna’). Se encontró sangre y amarras. Anoche dos jueces del 7mo. Juzgado de Garantía (cuya jurisdicción es Santiago) dan cuenta de que se torturó gente. Supieron por el relato de un menor de edad”.

La denuncia fue originada a raíz del relato de Nicolás Lüer (22) quien -de acuerdo al recurso que se presentó en el Séptimo Juzgado de Garantía- habría sido llevado por Carabineros mientras se encontraba en una de las escaleras del ingreso de dicha estación, tras haber asistido a las manifestaciones en Plaza Baquedano. Tras esto, acusó que habría visto personas amarradas de las manos al interior del lugar.

A raíz de esta situación, los jueces Darwin Bratti y Daniel Urrutia fueron a las instalaciones, sin embargo, no encontraron personas detenidas. De igual manera enviaron los antecedentes a la Fiscalía Oriente para que se iniciara una investigación.

Tras la indagatoria, la Brigada de Derechos Humanos de la Policía de Investigaciones desacreditó penalmente la acusación que se realizó sobre la existencia del presunto centro de tortura al interior de la estación Baquedano.