Un carabinero involucrado en un confuso procedimiento que terminó con una persona baleada en el tórax, la que supuestamente atacó con un cuchillo a los funcionarios policiales, se quitó la vida al interior del Retén de Yumbel.

El cabo primero Carlos Vega era sujeto de interés en dos causas de la Fiscalía, como víctima de un homicidio frustrado y como imputado por apremios ilegítimos.

Fue en junio pasado cuando el gendarme Moisés Belmar se trasladaba en la comuna de Yumbel en horas de toque de queda y por eso fue fiscalizado por una patrulla de Carabineros, según indicó el parte policial.

El individuo controlado se habría resistido y atacado con un cuchillo a los cabos Carlos Vega y Oscar Echeverría, terminando el procedimiento con Belmar herido por disparos en su tórax, lesiones que lo mantuvieron en riesgo vital hasta hace poco, lo que ha impedido a la Fiscalía formalizarlo por el homicidio frustrado de los uniformados.

La audiencia de formulación de cargos está fijada para el 21 de septiembre, resolución dictada este lunes, sólo horas antes de que Carlos Vega fuera encontrado muerto en el baño del Retén de Yumbel, como resultado de un disparo en la cabeza.

Pero el cabo no sólo tenía la calidad de víctima a raíz del procedimiento policial del 7 de junio, pues también el Ministerio Público lo imputó -al igual que a su compañero- por las heridas de bala a Moisés Belmar, arriesgando una formalización por apremios ilegítimos.

Tras conocer la muerte del uniformado, el abogado defensor del gendarme, Oscar Ulloa, junto con lamentar lo que se ha calificado como un suicidio, dijo que debería investigarse lo ocurrido, recordando los cuestionamientos que hay sobre el control por una infracción menor que terminó con una persona al borde de la muerte.

Al respecto Radio Bío Bío consultó al exfiscal Militar y abogado, Rodrigo Vera Lama, quien dijo que, por las particularidades y todo lo que hay alrededor de este intrincado caso, el aparente suicidio debería ser investigado no por la justicia militar, sino por el Ministerio Público.

Señalar que la Octava Zona de Carabineros Bío Bío, no obstante la gravedad de lo ocurrido, no quiso responder las consultas de La Radio, quedando todo en manos de la Fiscalía Militar de Angol.