El Papa Francisco concedió la salida de la institución de la Iglesia al presbítero de Tomé acusado de abuso sexual en la década de los 80.

Se trata del sacerdote José Urrutia Tapia (83), párroco de la parroquia La Purísima de Rafael, quien ya había solicitado dejar el sacerdocio y que ahora fue ratificado por la Iglesia Católica.

En su momento, el Ministerio Público y la institución ordenó una investigación canónica en contra del sacerdote tras las denuncias que se le imputaban. Asimismo, en abril de este año se le suspendió de sus funciones.

Su salida fue confirmada por el Arzobispado de Concepción a través de un comunicado de prensa, donde indicaron que el Papa Francisco decretó, de forma inapelable “pro bono Ecclesiae”, es decir, dejar su cargo y todas sus obligaciones relacionadas.

Además, desde el Arzobispado informaron que Urrutia ya fue notificado de esta resolución y que reiteran su compromiso con la búsqueda de la verdad y la justicia.