Tras el ataque con fuego que recibió el Monumento a la Solidaridad de Valparaíso durante el denominado estallido social, el municipio está evaluando desarmar la obra y vender sus piezas de cobre para que Bomberos pueda recaudar fondos. Esto porque aseguran que es muy difícil restaurarla. Al respecto se refirió el chileno autor de la obra, Mario Irarrázabal.

Radio Bío Bío Valparaíso conversó con el autor del Monumento a la Solidaridad ubicado en Calle Argentina de la ciudad, a un costado del Congreso Nacional. Mario Irarrázabal se refirió a la propuesta que tiene la Municipalidad de retirar la obra vandalizada y vender sus partes de cobre para que Bomberos recaude fondos.

Recordemos que en febrero del 2020 la pieza fue incendiada por desconocidos. Por dicha razón, desde el municipio han manifestado que es difícil repararla.

¿Cuál es su significado?

El escultor chileno relató que en el contexto del regreso a la democracia, la Municipalidad de Valparaíso quiso remodelar el sector contiguo al Congreso. Pretendían crear cuatro nuevas plazas con sus respectivos monumentos a la Libertad, la Democracia, la Participación y la Solidaridad.

Dicha iniciativa fracasó, sin embargo, el Monumento a La Solidaridad sí fue llevado a cabo con el auspicio de Codelco, “es un símbolo bien interesante, yo lo imaginé como 4 hebras que se iban entrelazando y potenciando”.

“Así entiendo yo la solidaridad, que no es solamente que se junta un grupo de personas y desde ahí nace una fuerza mayor, sino que al juntarse se potencian y surge una fuerza aún mayor”, expresó.

“El vandalismo es un problema psiquiátrico”

En febrero del 2020, sobre el contexto del denominado estallido social, la ciudad se percató de que la obra había sido quemada, y con ello destruida muchas de sus piezas.

Al respecto, el artista aseguró que no pretende hacer una lectura política del vandalismo, y tampoco pretende mezclar la violencia con actos que son valiosos dentro de las protestas. Sin embargo, fue categórico al manifestar que el ataque a su obra le causó pena, y más aún que la gente que lo hizo no pueda canalizar su vitalidad de maneras más constructivas.

“El vandalismo para mí es un problema de tipo psiquiátrico, psicológico, pero lo separo mucho de la manifestación con valor y con contenido”, lamentó

Sobre desarmar y vender la obra

Consultado por la iniciativa actual que tiene la Municipalidad porteña para el destino de la escultura, Mario Irarrázabal declaró que supo la información ayer miércoles.

“Yo creo que restaurarse se puede pero significa un esfuerzo mayor, y destruir no cuesta nada. Irónicamente me parece que es un acto vandálico pero oficial, de la mano de las autoridades”, dijo.

Recalcó además que “es reconocer que no se tiene la capacidad ni el interés por recuperar algo, es como si la escultura del General Baquedano tú decidieras fundirla y cortarla en pedacitos”.

Mario Irarrázabal es un escultor chileno reconocido internacionalmente por sus obras ubicadas en distintas partes del mundo. Una de las más destacadas es La Mano de Antofagasta. Sobre la obra, el autor la usó de ejemplo en entrevista con La Radio para describir lo que como artista desea transmitir a la gente.

“Uno quiere humanizar nuestras ciudades y nuestro entorno, cuando tú vas cansado por el desierto de Antofagasta y te encuentras con La Mano, eso es un acto poético que nos dice paremos mientras estemos aquí”, sostuvo.

Finalmente, aseguró desconocer si desde el municipio han hecho los estudios necesarios para saber si la obra puede ser restaurada, pero si no quedase otra alternativa, el escultor no se opone a que su obra sea desarmada y vendida.

La Mano de Antofagasta | Agencia UNO

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