Pocos meses antes de la llegada de la pandemia por el virus SARS-CoV-2 a Chile, el Servicio de Salud de Osorno ya había solicitado incrementar la dotación de camas críticas debido a que contaban con ocho unidades.

“La pandemia para nosotros empezó el 16 de marzo (de 2020), cuando llegó el primer caso a Osorno. Pero en octubre, noviembre de 2019 ya habíamos solicitado empezar a crecer en nuestra UCI. Notábamos que estábamos muy al justo”, relató el director del organismo, Daniel Núñez, a Radio Bío Bío.

En esa línea, con la llegada de la pandemia, la dotación total alcanzó 33 unidades. Núñez prevé que post covid-19 eso podría dejar entre 16 a 24 unidades disponibles para la provincia.

A su juicio, la dotación también será necesaria, ya que la zona está experimentando una pandemia “no covid”, esta vez por causas asociadas a enfermedades crónicas.

“Como digo las otras patologías, la hipertensión, lo neuro-vascular, los accidentes vasculares, los infartos, las diabetes descompensadas, eso va a producir una avalancha de pacientes no covid. Esta epidemia ya la estamos viendo”, comentó.

A juicio del directivo, dentro de los efectos positivos de la pandemia, existe una serie de mejoras que quedarán en los sistemas de salud, como por ejemplo la aceleración de la implementación de la telemedicina.

Actualmente la zona expone una baja disponibilidad de camas UCI con ocho unidades de un total de 108 camas totales en Los Lagos.