Funcionarios de la Salud Municipal de La Araucanía celebraron la renuncia de Katia Guzmán a la Seremi de Salud, ante la serie de cuestionamientos por su manejo de la crisis sanitaria.

En tanto, la Fiscalía espera un nuevo informe de la PDI, para analizar el futuro penal y eventual formalización de la ahora exautoridad.

Como el resultado de una mala gestión desde el inicio de la pandemia, interpreta la Federación Regional de Funcionarios de la Salud Municipal, la renuncia de la ahora exseremi de Salud, Katia Guzmán, investigada penalmente por su presunto actuar negligente en medio de la emergencia.

Carlos Mena, presidente del gremio y dirigente nacional de la Confusam, aseguró que la salida de Guzmán, no es nada más que la consecuencia política de una serie de errores que se cometieron desde la Fase 4 del virus en La Araucanía.

Paralelamente, la Fiscalía sigue el curso de la investigación, restando un nuevo informe de la Brigada de Delitos contra el Medio Ambiente de la PDI, para analizar la eventual formalización de la otrora autoridad.

El vocero del Ministerio Público en La Araucanía, Roberto Garrido, insistió que la renuncia de Guzmán no altera en nada la línea investigativa por presunta infracción al Artículo 318 del Código Penal.

En ese contexto, se torna clave la declaración que ya prestó Pablo Cabezas, funcionario de la Seremi de Salud, sindicado como el primer contagiado en la repartición, tras su arribo desde Brasil.

Él asegura que no trajo el virus desde el extranjero, sino que fue contagiado en la reunión que sostuvo con Katia Guzmán y otros funcionarios el 15 de marzo.

Es más, menciona a una doctora que incluso previo a la cita se había entrevistado con el joven que viajó a La Araucanía, sin esperar el resultado del examen PCR que finalmente dio positivo.