El oficial le disparó a corta distancia a una persona, a quien finalmente redujo, detuvo, arrastró y jaló del pelo para llevarla a un calabozo de la Tercera Comisaría de la ciudad. Los hechos ocurrieron la noche del 19 de octubre, a un día del estallido social que se originó en Santiago y luego se extendió al resto del país.

Un capitán de Carabineros fue encontrado culpable y condenado por los delitos de homicidio frustrado, detención ilegal y falsificación de instrumento público durante el estallido social en Ovalle.

La audiencia de comunicación de sentencia quedó pactada para las 16:30 horas del lunes 4 de julio.

La justicia finalmente acreditó que el oficial, aproximadamente a las 21:05 horas del sábado 19 de octubre de 2019, forcejeó, redujo e inmovilizó a una persona.

Tras ello le disparó con su arma a corta distancia, la hirió en la zona inguinopélvica, la detuvo y la llevó hasta la Tercera Comisaría donde la víctima fue arrastrada, golpeada, jalada del pelo e ingresada a un calabozo.

Por el disparo la víctima sufrió una fractura en la zona púbica derecha sin salida de proyectil, clínicamente de carácter grave.

Además de eso, por los apremios, terminó con heridas y lesiones en diversas partes del cuerpo, de carácter leve.

Según el parte, elaborado durante esa noche por un sargento segundo bajo las órdenes del condenado, se dio cuenta a la Fiscalía de la detención como autor del delito de maltrato de obra a Carabineros.

Allí se configuró el delito de falsificación de instrumento público.

“Los anteriores antecedentes han sido suficientes para desvirtuar la presunción de inocencia que beneficiaba al acusado”, zanjó la justicia.

Eso sí, por falta de acreditación, el capitán fue absuelto de los cargos que lo sindicaban como autor de los delitos de apremios ilegítimos y obstrucción a la investigación.