El Senado aprobó en particular y despachó a tercer trámite constitucional la Ley de Migración y Extranjería.

Allí, las modificaciones a la iniciativa deberán ser aprobadas o rechazadas. En caso de que ocurra lo primero, el proyecto quedará en condiciones de convertirse en ley.

De lo contrario, se deberá constituir una Comisión Mixta para zanjar las diferencias entre los congresistas.

En la discusión de esta jornada, se rechazó la indicación de la Comisión de Hacienda del Senado, que establecía que la persona extranjera podría regular su situación migratoria hasta un plazo de 90 días de una vez publicada la ley.

En su lugar, se procedió a votar la propuesta de Gobierno Interior, que establece que los extranjeros que hubieren ingresado al país por un paso habilitado con fecha anterior al 1 de septiembre de 2019 (y se encuentren en situación migratoria irregular) podrán -dentro del plazo de 180 días contados a partir de la publicación de la ley- solicitar un visado de residencia temporal, sin ser sancionados administrativamente.

El subsecretario del Interior, Juan Galli, valoró el avance de una ley que se ajusta “a la migración del siglo XXI”.

“Nuestra legislación migratoria actual data de 1975”, recordó el personero de Gobierno. “Claramente no se hacía cargo del fenómeno de la migración en una época de globalización”, agregó.