La mañana de este miércoles, el canciller Roberto Ampuero anunció que Chile se abstendrá de votar el Pacto Migratorio de la ONU ya que hay aspectos de la medida que no son “consistentes” con la política nacional.

Por ejemplo, acusó que el pacto incentiva la migración irregular, introduce nuevos requerimientos para el retorno de migrantes y afecta negativamente el derecho soberano de todo Estado a decidir cómo se resguardan sus fronteras.

Pero nuestro país sigue siendo un destino atractivo para aquellos inmigrantes que, motivados por el deseo de un futuro mejor, dejan sus países de origen, con el objetivo de empezar una nueva vida en Chile, muchas veces de forma ilegal.

“En la oscuridad total de la noche sin luna del desierto chileno, un cubano es difícil de verse hasta que está sólo a metros de la frontera”. Así parte un reportaje de Public Radio International, con el cual el medio buscó graficar las dificultades que viven este tipo de personas en su periplo con destino a nuestro territorio.

Según recogió la publicación, mientras era detenido por efectivos fronterizos, el sujeto alcanzó a decir “un coyote me dejó cerca de Tacna y me dijo que siguiera la vieja línea férrea (…). Todo es terrible. El viaje fue muy duro. Yo sólo vine buscando una mejor vida”.

La actual postura del Gobierno en materia migratoria fue destacada por el medio, al igual que la cobertura que tiene la situación que se vive día a día en el mar Mediterráneo o en la frontera de Estados Unidos con México.

No obstante, el artículo detalló que Chile, junto a otros países relativamente más ricos de la región, está absorbiendo olas migratorias generadas por crisis económicas y sociales, como es el caso de Haití y Venezuela.

“Soportan la humedad del Amazonas, luego temperaturas extremas y la altitud del desierto entre Perú, Bolivia y Chile”, añadieron en el escrito.

Tanto la migración legal como ilegal han aumentado, pero son quienes intentan venir a Chile burlando la institucionalidad vigente los que deben invertir dinero para poner en riesgo sus vidas, sufrir asaltos y muchas veces ser víctimas de abusos sexuales, según dijo la fiscal regional de Arica y Parinacota, Javiera López.

“Hay heridas que puede que nunca se sanen, no sólo del viaje sino que también una vez que llegan a Chile porque descubren que la situación es totalmente diferente a lo que pensaron que encontrarían”, dijo la persecutora.

A la discriminación social y laboral que de seguro encontrarán, se sumará la precariedad de sus condiciones de vida. En general, los bolivianos, haitianos y dominicanos que residen en Arica lo hacen cerca de Cerro Chuño, donde acuden a trabajos en minas y restaurantes para sobrevivir, según el medio.