La Corte de Apelaciones citó a conciliación a las víctimas de Fernando Karadima y el Arzobispado de Santiago, en el marco de la demanda civil por encubrimiento. Los denunciantes le cerraron la puerta a la posibilidad y su abogado ingresó un recurso de reposición que pide dejar sin efecto la conciliación y fallar en breve plazo.

Se trata de la cuarta vez que las partes son convocadas a una conciliación, y en donde todas han fracasado debido a que no ha habido acuerdo respecto al fondo, si existe o no encubrimiento.

Esta vez, la Novena Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago fijó la audiencia de conciliación entre las víctimas del exsacerdote Fernando Karadima y el Arzobispado de Santiago, para el martes 20 de noviembre a las 13:00 horas.

Pero además, el escrito anuncia que se desestimaron las pruebas solicitadas por la Iglesia, como el Informe Scicluna, y también la de las víctimas, una carta clave de 2009 donde el cardenal Francisco Javier Errázuriz reconoció haber pedido que no se interrogara a Karadima por respeto.

El juez Vásquez sostuvo que las pruebas se desestimaron por ser entregadas fuera de plazo, recalcando en el objetivo de la audiencia, que es lograr un acuerdo entre ambas partes.

Según la Corte, la conciliación la establece en base a lo manifestado por el abogado del Arzobispado en los alegatos, donde dijo tener disposición a un entendimiento.

No obstante, en esa misma oportunidad, el abogado Nicolás Luco reconoció que llegar a un acuerdo era complejo, porque no hay coincidencia sobre el fondo que es el encubrimiento, donde su representado niega esa figura, mientras que para las víctimas es fundamental ese reconocimiento, más allá del dinero.

“Las dos partes hemos hecho esfuerzo serio, de buena fe, en repetidas oportunidades, para alcanzar una conciliación. Sin embargo, el acuerdo no ha sido posible por una cuestión fundamental, que es el encubrimiento, porque para ambas partes no da lo mismo si hubo o no”, enfatizó.

ARCHIVO | Agence France-Presse
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Fuentes de Radio Bío Bío aseguran que en uno de los intentos de conciliación incluso se le ofreció a los denunciantes una placa con sus nombres. El primer intento de acuerdo comenzó en 2014, pero no prosperó.

A través de Twitter, James Hamilton lamentó el llamado a conciliación. “Por cuarta vez se nos llama a conciliación, lo cual sería forzarnos a aceptar que no hubo encubrimiento. No vamos a defraudar a nuestras familias y nuestras conciencias, magistrados sepan que nos traumatizan nuevamente”, tuiteó.

No vamos a defraudar a nuestras familias y nuestras conciencias, magistrados sepan que nos traumatizan nuevamente”
- James Hamilton

En la misma red social, José Andrés Murillo fue más duro apuntando directamente al arzobispo de Santiago. “La verdad no se transa ni por dinero. Ezzati, váyase a buena parte con sus ministros y abogados rastreros y cobardes. Esperamos fallo, no dilación, conciliación ni dinero. Queremos justicia”, escribió.

Juan Carlos Cruz, en tanto, dijo que no habrá conciliación y que pelearán hasta quedar sin ningún recurso, si así fuese necesario.

“Tácticas que favorezcan al Arzobispado, a Errázuriz y a Ezzati, eso no es justicia, y los encubridores no van a ganar. Nosotros vamos a llegar hasta las últimas consecuencias, y con tribunales no se negocia”, aseguró.

El abogado que representa a los tres denunciantes, Juan Pablo Hermosilla, presentó la tarde de este miércoles un recurso de reposición donde pide a la corte que deje sin efecto este llamado a conciliación y que se dedique directamente al fallo.

En el escrito, el abogado plantea que los intentos de conciliación judiciales y extrajudiciales han significado un desgaste enorme para sus representados. Acusó que esto significa una dilación innecesaria del proceso y recordó que el dinero no es asunto fundamental de esta demanda.

“No tiene sentido lo que acaban de hacer, cuando no hay ninguna posibilidad de que esto funcione”
- Juan Pablo Hermosilla

El abogado Hermosilla dijo que insistirán en la tesis del encubrimiento, y que esta conciliación no tiene ninguna posibilidad de funcionar, por lo que no tiene ningún sentido realizarla.

“No tiene sentido lo que acaban de hacer, cuando no hay ninguna posibilidad de que esto funcione. ¿Por qué nos citaron a conciliación? la verdad es que no lo entiendo y lo único que logra es dilatar. Y no sólo es una pérdida de tiempo, es una retraumatización de mis clientes”, fustigó.

Mientras tanto, el fiscal nacional Jorge Abbott reiteró que el Ministerio Público espera una mayor colaboración por parte de la Iglesia.

“Hemos tenido algún tipo de colaboración, pero esperamos mucho más. Tenemos requerimientos aún pendientes del Vaticano, quisiéramos que las altas dignidades de la Iglesia cooperaran con las investigaciones y no la entorpecieran”, pidió el jefe del Ministerio Público.

Abbott reconoció que estas indagatorias no sólo tienen encima la atención del país, sino que también desde el exterior.