El ministro de Defensa, Alberto Espina, abordó los hechos de corrupción que nuevamente salpican al Ejército, específicamente, los más de 1.500 viajes al extranjero que hicieron militares entre 2009 y 2015 que están siendo investigados por la ministra en visita, Romy Rutherford, los que habrían sido modificados para quedarse con remanentes.

En conversación con La Radio, manifestó que se debe elevar el estándar de probidad de las Fuerzas Armadas (FFAA), puesto que “se enmarca en una de las misiones que me dio (el Presidente) cuando me nombró ministro de Defensa”.

Considerando estas nuevas irregularidades, sostuvo que le pidió al comandante en jefe un análisis exhaustivo a la hora de configurar el Alto Mando, para que no aparezca ningún oficial vinculado.

Asimismo, detalló que “estamos investigando todos los viajes que se pudieron producir los últimos 10 años. Es responsabilidad del mando entregarnos las listas”.

Espina aseguró que las Fuerzas Armadas deben ser un “ejemplo de transparencia” para que sigan siendo un motivo de orgullo para los chilenos, por lo que se debe avanzar en su modernización.

Para lograr lo anterior, reveló, pactó con Contraloría más de 279 auditorías a 5 áreas sensibles. “Deben ser un ejemplo de corrección, que va más allá de sólo cumplir con la ley”, advirtió.

Al ser consultado por una “cultura de corrupción” al interior del Ejército, respondió que “son 40 mil hombres y mujeres, hablar que en su conjunto hay una cultura, no me parece correcto ni justo. Hay malas prácticas que fueron calificadas como delitos”.

“Si uno quiere cuidar las FFAA, al Ejército, lo que se debe hacer es elevar los estándares en todos los niveles”, añadió.

En la instancia también abordó el tema ocurrido en la Escuela Militar, cuando se realizó un homenaje a Miguel Krassnoff. Reiteró que se le pidió la renuncia al coronel Germán Villarroel -exdirector del recinto-, puesto que “hechos de esa naturaleza no pueden ocurrir”.

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