Este 19 de octubre es el Día Mundial Contra el Cáncer de Mama, pero las cifras no son alentadoras. Esta enfermedad cobra tres vidas diarias y se diagnostica un nuevo caso cada tres horas. Si bien puede presentarse en hombres y mujeres, el sexo femenino es quien más sufre esta patología.

“Se estima que de aquí al 2025 la tasa de mortalidad en Chile por cáncer de mama será de 20,7 por cada 100 mil mujeres mayores de 15 años, mientras que la tasa actual es de 15,7 por 100 mil mujeres”, sostuvo Adolfo Cruz, cirujano oncólogo de Clínica Vespucio.

No obstante, un diagnóstico precoz puede mejorar el escenario. Así, una pesquisa en etapa inicial puede aumentar la sobrevida del paciente en un 90% a 25 años.

Es por ello que el oncólogo detalló cuáles son los mitos más comunes a la hora de evadir un diagnóstico de cáncer mamario.

1. Estar atento a los síntomas

Los signos de esta enfermedad pueden percibirse recién en etapas avanzadas. Vale decir, si se palpa un ganglio inflamado en la axila o se alerta una secreción en el pezón, el cáncer ya está en fases riesgosas.

Por ello es importante detectarlo antes de los síntomas, con la ayuda de una mamografía anual en mujeres mayores de 45 años, lo que no descarta que mujeres menores también accedan al examen preventivo.

“Lamentablemente, cerca del 70% de las consultas, cuando se relacionan con cáncer, es por el hallazgo de una lesión tumoral en la mama”, advirtió Cruz.

2. Cambiar la mamografía por un autoexamen

Por lo anterior, el autoexamen no constituye una reducción de la tasa de mortalidad de esta enfermedad.

“El autoexamen mamario es de utilidad para que la mujer conozca bien sus mamas y sus cambios, y así nos ayude a pesquisar lesiones en aquellos períodos en que la persona no se realizará una mamografía, que es entre un año y otro”, agregó el especialista.

3. Mamografía o ecografía mamaria

Cuando existen antecedentes familiares por cáncer mamario, se recomienda que los exámenes se realicen a partir de los 30 años. En mujeres jóvenes, se recomienda que la mamografía se acompañe de una ecografía.

Cruz explicó que “el primer examen puede pesquisar microcalcificaciones, o alteraciones de la arquitectura mamaria sospechosas, mientras que el segundo tiene la capacidad de detectar lesiones tumorales en mamas muy densas”.

Es decir, si más adelante la mamografía sale bien, no sería preciso realizar una ecografía mamaria, salvo que lo indique un especialista.

4. Más grande la mama, más riesgo de cáncer

El tamaño no es un factor de riesgo de cáncer, pero sí la densidad mamaria. Esto significa que a mayor espesor glandular, más posibilidades hay de desarrollar la enfermedad.

No obstante, la densidad no constituye un factor más riesgoso que los antecedentes familiares o la edad avanzada. “Asimismo, no hay relación entre un traumatismo o implantes con la aparición de cáncer de mama”, indicó el médico.

5. La solución es la extirpación de la mama

Actualmente existen tratamientos efectivos, cada vez más conservadores, que pueden mejorar la sobrevida del paciente y evitar la extirpación completa de la mama afectada por tejido tumoral.

Además, existen cirugías reconstructivas con implantes y tejido propio de la paciente.

Generalmente, tras la cirugía, el tratamiento se complementa con radioterapia o quimioterapia, dependiendo de las características histológicas del tumor. A ello se le suman fármacos y fisioterapia.

Factores de riesgo

Además de la edad, los antecedentes familiares y personales, existen otros factores que aumentan la probabilidad de contraer esta enfermedad, tales como:

Obesidad; consumo de alcohol; sedentarismo; menstruación precoz (antes de los 12 años) o menopausia tardía (después de los 55 años); no tener hijos; uso de terapia hormonal durante la menopausia; radiaciones de tórax; ser de raza blanca; y haber sufrido cáncer de ovario o de endometrio.