Cerca de las 11:30 horas de este miércoles, el excanciller del Arzobispado de Santiago, Óscar Muñoz Toledo llegó en un vehículo de Gendarmería a la Fiscalía de Rancagua.

En las oficinas del Ministerio Público, el sacerdote de 56 años fue puesto al tanto de la investigación que el persecutor Emiliano Arias lleva en su contra por abusos sexuales y estupro.

Al lugar llegó también su abogado, Gabriel Henríquez quien informó que no se llevó a cabo la declaración judicial de Muñoz, debido a que hay nuevos antecedentes en el caso.

“Uno de los motivos por los que prorrogamos esta declaración es que hay antecedentes que se han incorporado desde la fecha en que a esta defensa se le entregaron copias”, dijo.

Además, el abogado precisó que hoy sólo se informaron los tópicos generales respecto de los cuales se requerirá la declaración del excanciller del Arzobispado de Santiago.

Autodenuncia silenciada

Cabe recordar que Muñoz Toledo se encuentra en prisión preventiva por un plazo de 180 días, tras autodenunciarse, a finales de mayo, por abusar de menores de edad, algunos sus propios sobrinos. Autodenuncia que la Iglesia Católica mantuvo en silencio.

El sacerdote habría sido el encargado de recibir las denuncias en el Arzobispado de Santiago y actuar como ministro de fe respecto de ellas, guardando también toda la documentación al respecto. Su posición le significaba ser asesor directo del cardenal Ricardo Ezzati.

Sin embargo, su abogado defensor ha desmentido esta función de Muñoz en la curia, a pesar de que así lo indicó Fiscalía.

Los delitos que se le imputan -cinco cargos de abuso sexual reiterado, uno por abuso sexual y uno por estupro- habrían ocurrido entre el 2002 y el 2018 y no todos fueron abarcados por su autodenuncia. Las víctimas serían todas menores de sexo masculino, de entre 11 y 17 años al momento en que habrían sido ultrajados.