Desde la mañana de este miércoles, y por 24 horas, trabajadores de la salud municipalizada iniciaron un paro nacional para manifestarse en contra de lo que denunciaron como agresiones y maltratos hacia el personal.

La medida busca exponer casos como lo ocurrido en Hualqui, región del Bío Bïo, donde un hombre ingresó armado y asesinó a dos pacientes y dejó herido a un tercero, además de otros hechos en los que, acusaron, los trabajadores carecen de protección.

Éstos, además, dieron como ultimátum el 8 de junio para que La Moneda proponga sus medidas en la materia. En caso que esto no ocurra, no descartaron nuevas paralizaciones.

Por esto, incluso entregaron una carta al presidente Sebastián Piñera para denunciar de “problemas que conlleva realizar el trabajo bajo condiciones de creciente violencia”.

En el escrito solicitaron, además, “la implementación de todas las medidas necesarias a fin de garantizar que nuestra labor se realice en las condiciones de seguridad necesarias para evitar que actos de agresión”.

El presidente de la Confederación Nacional de Funcionarios de la Salud Municipal (Confusam), Esteban Maturana, explicó que la movilización tiene como propósito exigirle al Gobierno condiciones de trabajo que sean seguras.

La movilización habría logrado alrededor de un 90% de adhesión y, pese a estar operando con turnos éticos, los usuarios dijeron estar molestos ante esta movilización y que, de hecho, desconocían que se realizaría.

Al respecto, el jefe de la Confusam aseguró saber “que esto va a generar molestia en la ciudadanía, lamentamos la situación, pero ya no es tolerable que las agresiones se estén transformando en algo cotidiano”.

Presidente de la Confusam, Esteban Maturana. Francisco Flores Seguel | Agencia UNO
Presidente de la Confusam, Esteban Maturana. Francisco Flores Seguel | Agencia UNO