Dos policías fueron heridos de bala y un sospechoso está en custodia en la ciudad estadounidense de Louisville, donde este miércoles estalló una manifestación antirracista ligada a la muerte en marzo de la afroestadounidense Breonna Taylor.

“Dos agentes de policía resultaron heridos de bala”, dijo en rueda de prensa el jefe interino de la policía de Louisville, Robert Schroeder. Las heridas “no amenazan sus vidas”, añadió.

“Tenemos un sospechoso en custodia”, dijo.

La ciudad, que llamó a la población a la calma, declaró el estado de emergencia e instauró el toque de queda.

Miles de personas salieron a las calles de esta ciudad en el estado de Kentucky luego de que la justicia se limitó a inculpar, y de manera indirecta, a solo uno de los policías involucrados en el tiroteo que causó la muerte de Taylor, una enfermera negra de 26 años negra cuyo nombre se ha convertido en emblema del movimiento Black Lives Matter.

Un importante dispositivo policial había sido desplegado en esta localidad de 600.000 habitantes y varias personas fueron detenidas en la tarde. Algunos comercios en el centro protegieron sus fachadas ante el temor de una ola de violencia desencadenada por la decisión.