Un expolicía de Louisville identificado como Brett Hankison fue inculpado con cargos criminales de “conducta peligrosa” por el caso de Breonna Taylor, una técnica de emergencias de 26 años que fue abatida por uniformados en su propio apartamento.

El anuncio llega 6 meses después de ocurrido el crimen, el 13 de marzo, y a tres meses de que Hankison haya sido despedido del departamento de policía en que trabajaba, constata CNN.

Hankison es uno de los tres policías de civil que ingresaron de noche a su domicilio en la ciudad de Louisville, en Kentucky (al este), con una orden de allanamiento en busca de dos presuntos narcotraficantes.

El novio de Taylor, que estaba en la cama con ella, agarró una pistola y disparó a los agentes. Según dijo más tarde, pensaba que eran delincuentes.

Los policías, que no habían activado las cámaras que llevan encima, mataron a Taylor de ocho disparos. Uno de los agentes resultó herido en el tiroteo.

Los tres policías rellenaron un informe sobre lo ocurrido plagado de errores, y fueron suspendidos.

Tras conocerse los cargos contra el expolicía, el abogado de la familia, Ben Crump, expresó que “mientras no es totalmente lo que queríamos, nos lleva más cerca de la justicia”.