El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se tornó este lunes el centro de una avalancha de críticas de aliados y opositores en su país, luego de la conferencia de prensa que siguió a su histórica cumbre con el líder ruso Vladimir Putin.

“Peligroso y débil”, “vergonzoso”, “al borde de la traición”, fueron algunos de los comentarios que generó en el escenario político estadounidense el desempeño de Trump en la conferencia de prensa realizada este lunes en Helsinki, Finlandia.

El presidente de la Cámara de Representantes del Congreso, el republicano Paul Ryan, apuntó en una nota que Trump “debería apreciar que Rusia no es nuestro aliado”.

“No hay una equivalencia moral entre Estados Unidos y Rusia, que sigue siendo hostil a nuestros valores básicos e ideales”, agregó.

Por su parte, el titular del partido Demócrata en el Senado, Chuck Schumer, apuntó que, en la conferencia de prensa con Putin, Trump exhibió un comportamiento “peligro y débil” ante un adversario como Rusia.

“En toda la historia de nuestro país, nunca los estadounidenses vieron a su presidente apoyar a un adversario de Estados Unidos como @realDonaldTrump ha apoyado al presidente Putin”, expresó Schumer en Twitter.

Los legisladores no escondían su irritación por el gesto de Trump de aceptar la palabra de Putin negando cualquier injerencia de Rusia en las elecciones presidenciales de 2016, como afirman los servicios estadounidenses de inteligencia.

Para el senador republicano John McCain, “la conferencia de prensa de hoy en Helsinki es uno de los desempeños más vergonzosos de un presidente estadounidense que podamos recordar”.

“Ningún presidente anteriormente se ha humillado de forma más abyecta ante un tirano” que Trump, afirmó McCain.

Otro senador republicano, Jeff Flake, apuntó de su lado que el desempeño de Trump fue “vergonzoso.

“Nunca pensé que viviría para ver a un presidente estadounidense subir al escenario con un presidente ruso, y culpar a Estados Unidos por una agresión de Rusia. Es vergonzoso”, afirmó en Twitter.

Trump había ingresado a la cumbre culpando a la “estupidez” de sus predecesores por dejar hundir las relaciones bilaterales hasta los niveles actuales.

El legislador demócrata Jimmy Gomez fue aún más allá y apuntó que el mandatario había llegado a los límites de la “traición”.

“Aliarse con Putin contra los servicios estadounidense de inteligencia es asqueroso; pero no defender a Estados Unidos está al borde de la traición. Todos los estadounidenses deberían estar preocupados”, apuntó.

Rusia interfirió en elecciones

La principal molestia en Estados Unidos con la actitud de Trump con Putin fue que negara la injerencia rusa en las elecciones de 2016, las cuales han sido confirmadas por el servicios de inteligencia norteamericanos.

El director de Inteligencia de Estados Unidos, Dan Coats, defendió el lunes la “clara” conclusión de sus servicios de que Rusia interfirió en las elecciones de 2016, a pesar de la negativa del presidente Donald Trump a reconocerlo.

“Hemos sido claros en nuestras evaluaciones de la intromisión rusa en las elecciones de 2016 y sus esfuerzos continuos y omnipresentes para socavar nuestra democracia”, señaló Coats en un comunicado.

Antes de la cumbre, Trump afirmó en un sorprendente tuit que las tensas relaciones entre Washington y Moscú se deben a “la caza de brujas” del FBI, en referencia a la investigación por la denominada trama rusa.

La cumbre de este lunes es la última etapa de un viaje de una semana por Europa en el que Trump atacó duramente a sus aliados, especialmente Alemania.

Fue la cuarta vez que un presidente estadounidense se reunió con su homólogo ruso en Helsinki, después de los encuentros entre Gerald Ford y Leonid Brézhnev (1975), George Bush y Mijaíl Gorbachov (1990) y Bill Clinton y Boris Yeltsin (1997).